La Agrupación Integral de Comerciantes sin Establecimiento califican como un problema la presencia de los manteros

Valencia

La polémica por los manteros también ha llegado a Valencia, sobretodo en los mercados extraordinarios. Desde la Agrupación Integral de Comerciantes sin Establecimiento afirman que tienen miedo, estupor y que están indignados porque aseguran que ahora mismo no hay forma de atajar lo que califican como un problema . José Vicente Domínguez, miembro de la asociación, declara que se les esta dando impunidad a estas personas y es que, según explica Domínguez, la policía solo se pasea y no evita esta situación que esta extendida ya en toda la ciudad, tanto en el centro histórico, como en la playa.

Además este portavoz de la Agrupación Integral de Comerciantes sin Establecimiento explica que ellos pagan cada dos meses una tasa de 100 euros para poder tener su espacio y vender sus productos pero, sin embargo, asegura que a ellos no se les pide nada. que los manteros ya no son manteros, dice, que llevan verdaderos carros de género.

Domínguez sostiene que no solo les quitan el trabajo sino que están a su vez, cuenta, cometiendo un delito porque están vendiendo falsificaciones, algo a lo que no ponen coto ni la policía local, ni la nacional.

Una visión completamente distinta la del responsablede SOS Racisme, Paco Solans, que sostiene que la nefasta política de extranjería es el origen del problema actual que estamos viviendo con los manteros. Solans considera que estas personas no se merecen una persecución policial, sino poder conseguir los papeles y por tanto, trabajar por la vía legal, ya que, según cuenta el dirigente, estas personas cuando consiguen un trabajo, se sacan sus licencias, cotizan a la seguridad social y se ganan la vida respecto a los cánones legales.

Pero, Solans incide en que si no tienen otra salida, apoya, sin duda, que estas personas vendan en una manta discos, camisetas o lo que necesiten para vivir, y no cometer, por el contrario, delitos:

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Asimismo, el dirigente de SOS racisme afirma que cuando hay una necesidad de un grupo de población amplio, siempre hay alguien detrás organizando las soluciones, y, por tanto, explica, se lucran más. Los peor parados son, según cuenta Solans, los manteros, porque son los últimos en esa cola del comercio.