Sallent de Gállego homenajea al talaverano José Ángel de Jesús y a Irene Fernández

Talavera de la Reina

El Ayuntamiento de Sallent de Gállego y la Asociación de Víctimas del Terrorismo organizaron un homenaje a los dos guardias civiles, Irene Fernández Perera y el talaverano José Ángel de Jesús Encinas, que el 20 de agosto del año 2000, fueron asesinados por la banda terrorista ETA con una bomba lapa que estalló en el vehículo oficial en el que iban a iniciar su servicio, estacionado en la plaza Valle de Tena de la localidad altoaragonesa.

Los actos incluyeron a las 12:30 horas una misa en la iglesia de Sallent de Gállego, presidida por el Obispo de Huesca y Jaca, Julián Ruiz, y una ofrenda de flores que se produjo en el lugar del atentado.

La delegada de la AVT en Aragón, Lucía Ruiz, depositó tres velas: una por cada uno de los agentes fallecidos en el atentado de Sallent y otra por el resto de víctimas del terrorismo, para destacar la necesidad de no olvidarlas.

Julián Ruiz manifestó la necesidad de realizar "un homenaje a estos agentes que dieron su vida por salvaguardar la libertad de todos los españoles" para que "no quede jamás en el olvido". "Las instituciones", añadió, "tienen que colaborar y ayudar a las víctimas a seguir adelante. Sobre todo queremos que se esclarezcan los asesinatos de ETA, ya que hay más de 300 sin solucionar".

Hasta la localidad se desplazaron los padres de José Ángel de Jesús Encinas y algunos de los compañeros que aquel día estaban en el cuartel, así como representantes de la Guardia Civil, de instituciones y asociaciones aragonesas, y del consistorio de Sallent.

Su alcalde, Jesús Gericó, señaló que el atentado supuso un antes y un después para la localidad. "Irene llevaba tres años con nosotros y él, estaba recién llegado. Forman parte de nuestra historia y no nos queda otra que no olvidar, y no dejar de acompañar a los familiares y amigos de Irene y José Ángel que, año tras año, se desplazan a nuestro pueblo".