Sanidad culpa ahora a la Intervención General por no haber remitido el informe de irregularidades a la Fiscalía

Santander

La crisis que atraviesa la consejería de Sanidad desde que estalló el caso de las irregularidades en el Servicio Cántabro de Salud parece que no deja de sorprender cada día que transcurre. Este miércoles, Luisa Real se lavaba las manos sobre el tirón de orejas que la Fiscalía le ha dado al ejecutivo por no remitir ese documento "provisional", cargado de "prácticas prohibidas por ley", al órgano judicial que está investigando el caso. 

"La petición jurídica que hace la Fiscalía no es una competencia de la consejería de Sanidad sino de Intervención. El Servicio Cántabro de Salud ha recibido ese documento para hacer alegaciones. Y eso es lo que estamos haciendo. Pero el informe no es nuestro", ha dicho la consejera en una visita a la unidad de radiología del hospital de Valdecilla. 

Sin embargo, esta declaración choca con las palabras de Real unas horas antes, en Santoña, a los micrófonos de RTVE. Allí, la consejera no echaba balones fuera, sino que explicaba que ese documento, si no se remitió antes al órgano fiscal, es porque creían que no era necesario al tratarse de un documento "provisional". 

En cualquier caso, y pese al carácter provisional del informe del interventor, la consejera socialista ha remarcado de nuevo que "la mayoría" de los contratos del Servicio de Salud se han realizado cumpliendo la normativa vigente, tanto los mentores, como los negociados y los abiertos. "Son solo incidencias contractuales", recalca. Incidencias, eso sí, que están "prohibidas por ley" y que se repitieron con el objetivo de vulnerar la normativa. 

"Responsabilidades depuradas"

Al hilo, ha reiterado que si hubiera que adoptar "responsabilidades" políticas por las incidencias en las contrataciones del SCS, las mismas están ya "suficientemente solventadas" con las marchas del "responsable directo" de la contratación y su "jefe inmediato", el subdirector de Gestión Económica, Javier González, y el gerente del SCS, Julián Pérez Gil, respectivamente.

Sin embargo, ambos responsables se fueron por "cuestiones personales" y no por el cese directo de Real, a pesar de que es un argumento que posteriormente, tanto Pablo Zuloaga, el líder socialista, como la propia consejera, han intentado argumentar para decir que las responsabilidades ya estaban depuradas.