El Govern aprueba la Ley de Cambio Climático de Balears

Palma de Mallorca

La Ley de Cambio Climático de Baleares será una realidad a principios del año que viene. El Ejecutivo Autonómico ha aprobado en el Consell de Govern esta nueva normativa que prevé que la comunidad funcione en 2030 con un 35% de energías renovables y se abastezca totalmente de ellas en 2050. Para entonces ya estarían clausuradas y reconvertidas las centrales térmicas de las islas.

Un ambicioso proyecto que el Ejecutivo de Armengol lleva varios meses desgranando y que plantea la clausura de la central de carbón de Es Murterar para 2025, el incremento del uso de las centrales combinadas de Son Reus y Cas Tresorer y el cambio a gas natural de la central de Menorca e Ibiza. La nueva normativa también incluye multitud de medidas para fomentar la movilidad sostenible.

Un apartado a destacar es el del parque automovilístico. Las flotas de vehículos de alquiler tendrán que incorporar vehículos eléctricos a partir de 2020 hasta haber eliminado los coches de gasolina y diésel completamente en 2050. Además, las empresas de rent a car tendrán que cumplir otra serie de requisitos. Marc Pons es conseller de Movilidad, Territorio y Energía.

Sobre la circulación de vehículos particulares, la Ley de Cambio Climático prevé restringir los coches diésel en 2025, vetar los de gasolina en 2035 para conseguir que en 2050 el parque móvil de Balears esté descarbonizado. Medidas de eficiencias energética en los espacios públicos e instalación de placas solares en los aparcamientos son algunas de las iniciativas que también están recogidas en el texto. Pons insiste que los objetivos se imponen a largo plazo para que los sectores implicados puedan adaptarse e insiste en que esta ley es necesaria porque Balears es una de las comunidades que peor está en cuanto al uso de energías renovables. 

La ley recoge la creación del Consejo Asesor del Clima, que garantizará la participación de la sociedad civil mediante organizaciones y entidades sociales y ecologistas. El conseller reconoce que la instalación de parques de producción de energías renovables tendrá que hacer uso del suelo rústico, ya que con el suelo urbano existente disponible no sería posible alcanzar los objetivos que se han marcado en la ley.