Sobreviviendo: de Venezuela a Zaragoza

Zaragoza

Venezuela es un país en el que luchan por sobrevivir diariamente. Represión y huída son dos palabras que definen la situación actual de Venezuela. Viven con carencias en las necesidades básicas como la alimentación y la sanidad. Eso bien lo sabe Marianela Salas, una venezolana de la ciudad de Maracaibo que vino a España hace 10 años y a Zaragoza hace 6. Vino sola y dejó allí a su familia para buscar otro país en el que poder trabajar de lo que había estudiado y vivir. Marianela es analista de laboratorio, empezó trabajando en un hospital de allí, pero la situación cambió. Fue despedida por ser antichavista y aparecer en la llamada 'lista Tascón', una publicación en Internet de las firmas recogidas entre el año 2003 y 2005 para la destitución del presidente, Hugo Chávez mediante un referéndum revocatorio. No le quedó otro remedio que salir del país para buscarse la vida.

Vino a España y ahora trabaja cuidando a dos niños mientras que envía dinero a su familia para el colegio de los más pequeños, alimentación y sanidad. Además es presidenta de la Asociación Cultural Feria de la Chinita en Zaragoza, formada por cinco personas. Es, dice, una manera de estar en contacto con su tierra, sobre todo con el folclore. Pero también trabajan como obra social. Ofrecen ropa y notifican a través de Whatsapp si ven alguna oferta de trabajo. Desde la asociación, orientan a los venezolanos que llegan y les ayudan a quitarse el miedo que traen de su país.

Huyendo de la violencia

El disparo en el coche desde una moto cuando iba con sus hijos marcó la vida de Luciano Sejio, un venezolano que llegó a Zaragoza hace ocho años con su mujer y sus mellizos. Es comerciante en el sector de la alimentación y vocal de la asociación. Decidieron huir como otros tantos de la grave situación que vive el país. "Estamos secuestrados, la gente está sometida y no se siente capaz de liberarse. Solo te queda la opción de huir para escapar de esta situación", manifiesta.

Rosmeri Navas, Ana Hernández y Tatiana Bello también forman parte de la asociación. Mientras cuentan sus testimonios es inevitable que se les caigan las lágrimas. Junto a Marianela y Luciano han estrechado grandes lazos de amistad y cariño. Ahora son una familia, ya que las suyas han tenido que salir de Venezuela hacia otros países. Rosmeri volvió el año pasado por el fallecimiento de su abuela y pudo ver con sus propios ojos el hambre que pasan los que siguen allí. "Los niños que están en la calle se me abalanzaban en busca de algo de comida". Ana lleva ya 17 años en España y aunque le gustaría, no podría volver ahora a su tierra, porque dice, no se atrevería a exponer a su familia a la peligrosidad que supone estar en Venezuela. "No se respetan los derechos humanos y no hay seguridad de ningún tipo", alega con tristeza.

También los hay que nacieron en Venezuela pero sus padres lo hicieron en España. Víctor Manuel Pérez estudió comunicación y formó su familia allí. Ahora vive en Zaragoza y es profesor de la Universidad San Jorge. "Dejar tu país no es tan sencillo, implica dejar la tierra en la que naciste, tu familia, tus amigos y tus costumbres", sostiene mientras no pierde la esperanza de que Venezuela se recupere algún día y pueda ser valorada como se merece. Un país con numerosos atractivos naturales que necesita urgentemente una ayuda para que sus ciudadanos puedan recuperar sus vidas y vivir  sin represión, pobreza y violencia.