La gula de Baco
La fiesta romana de Baños de Valdearados ensalza el buen comer y beber
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Baco y su cortejo llegaron a la Plaza de la Fuente minutos después del mediodía / Cadena SER
Baños de Valdearados
“En Baños no habrá ninguno -les recomiendo no entrar- con abstinencia y ayuno. ¡Comed hasta reventar!”. El pregón en honor a Baco se convertía en un extenso alegato al buen comer y mejor beber. En consonancia con la temática que los organizadores habían elegido para esta décimo novena edición, el discurso que sirve para rendir honores al dios del vino fue un monográfico de la exaltación de las viandas. “Aquí con manos y dientes se devora la morcilla y con buenos ingredientes un guiso de asadurilla; los torreznos y los callos, compitiendo con su olor, en nuestra boca son rayos, con su grasa y su picor. El cochinillo, el lechazo, en unas buenas parrillas son de la mesa el bombazo, amén de las chuletillas”, declamaba el pregonero, en un texto, como siempre con rimas y esta vez salpicado de fragmentos de canciones que también ensalzan la gastronomía.
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La cetrería volvió esta XIX edición / Cadena SER
Baco y su séquito salían de la villa romana de Santa Cruz, poco después de las once y media de la mañana de este domingo camino de la Plaza de la Fuente, donde cada año tiene lugar el pregón y otros actos, como el teatro y la ceremonia de clausura.
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Las estatuas humanas es otro de los ingredientes habituales de la fiesta al dios Baco / Cadena SER
Más de una treintena de puestos repartidos por varias calles y plazas mostraban la gastronomía romana, tallas y esculturas de latón y cobre, juegos de habilidades, ambientadores y cosmética natural, entre otros contenidos habituales de anteriores ediciones. No faltaron las estatuas vivientes de piedra y barro, las demostraciones de alfarería o de ladrillos de adobe, la fragua, y este año regresaban las aves rapaces en un recinto dedicado a la cetrería.
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No faltó tampoco este año la fragua / Cadena SER
La fiesta al Baco, que tiene un presupuesto cercano a 30.000 euros, se sustenta en buena parte gracias al patrocinio de una veintena de empresas de la zona, las ayudas de la Diputación y del Ayuntamiento de Baños de Valdearados, la autofinanciación de algunas actividades y, sobre todo, gracias al esfuerzo de los nativos y vecinos de la localidad, que se vuelcan con este evento desde hace más de tres lustros.
