La despoblación azota a la Comunitat Valenciana

Valencia

Y es que la despoblación es un drama que no sólo afecta a las Castillas, aquí en la Comunitat Valenciana hay zonas que se están quedando vacías, como las comarcas de La Serranía y el Rincón de Ademuz en la provincia de Valencia, pero sobretodo en todo el interior de Castellón, una provincia que tiene 135 municipios, 86 de ellos con menos de mil habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Por tanto, ante esta realidad se necesita actuar de forma urgente para incentivar la llegada de personas a estos municipios, porque sino pronto desaparecerán.

Mari Pau Querol, Juan Manuel Segura y Pere Calvo, los alcaldes de Castell de Cabres, Castellfort y La Mata, tres municipios que sufren el drama de la despoblación, el primero, por cierto, es el que menos habitantes tiene de la Comunitat. No llegan a 20. Los tres aquí en la Cadena SER ofrecen sus recetas para volver a hacer atractivo el mundo rural: crear trabajo estable, facilitar los trámites a la hora de crear una empresa o apoyar a la gente que vive en el pueblo durante todo el año, por ejemplo con el acceso a la fibra óptica y otras nuevas tecnologías.

Una de las medidas para evitar esa despoblación es Repoblem, una iniciativa que ha impulsado la Diputación de Castellón, que ha ayudado ya a 1.000 familias a instalarse en estas localidades, con la posibilidad de poder acceder a colegios gratuitos o a nuevas infraestructuras para tener una mejor calidad de vida. Así lo explica la diputada de Acción Social, Elena Vicente-Ruiz:

Santiago Pérez, alcalde de Forcall, donde viven 470 habitantes, pide que también se debe cambie la ley porque considera que los vecinos de las localidades del interior no deben pagar los mismos impuestos que los de las grandes ciudades ya que tienen menos servicios.

Por su parte, la Diputación de Valencia también ha puesto en marcha un programa que destinará 1.363.000 euros para 44 municipios con alto riesgo de despoblación, entre los que destaca también la zona de la Vall d'Albaida, donde nos encontramos con Carrícola, un pueblo con menos de 100 habitantes. Según la vicepresidenta segunda de la Corporación Provincial, Rebeca Torró, es imprescindible que haya una coordinación entre las distintas administraciones y la ciudadanía para poder evitar la despoblación y que la ciudadanía pueda vivir dignamente:

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Y en Alicante, según la Diputación, en estos últimos años se ha invertido más de 80 millones de euros para evitar la despoblación mejorando las carreteras, la iluminación de las calles, llevando las canalizaciones de agua hasta los pueblos o ayudando a los agricultores y ganaderos de la zona. Medidas necesarias y urgentes para que los pueblos de toda la Comunitat sigan teniendo vida, luz e historia.