Los trabajadores de Ford vuelven con normalidad aunque preocupados por Trump y el diésel

Valencia

Los trabajadores de la factoría de Ford en Almussafes han vuelto esta semana de sus vacaciones con la esperanza de mantener la estabilidad al menos hasta Navidad. Así lo afirma el presidente del comité de empresa, Carlos Faubel, quien asegura que han vuelto con normalidad y una producción estable, pero con la preocupación del futuro de los motores diesel y, sobretodo, del impacto que tendrá en la planta valenciana los nuevos aranceles que plantea Trump.

Sobre este último asunto, Faubel considera que hay que ser prudentes, pero si se confirma que Estados Unidos aumenta los aranceles a los vehículos producidos en Europa, sería muy preocupante porque afirma que perderíamos competitividad.

Con todo, señala que, aún así, están tranquilos porque el 85% de vehículos se destina a Europa, aunque eso sí afectaría a ese 50% de furgonetas destinadas para Estados Unidos y al 90% de la producción de la planta de motores.

Por otra parte, Faubel asegura que antes de irse de vacaciones, los trabajadores se ciñeron durante dos meses en la adecuación de los motores dieseles a las normas que la Unión Europea exige con los límites que reducen la contaminación. Y por ello, no han tenido problemas en la producción a diferencia de la factoría de Volksvaguen en Navarra, que ha tenido que cerrar temporalmente para adecuar la producción y no perder beneficios.

El problema vendrá, afirma el presidente del comité de empresa en Ford Almussafes, cuando los usuarios cambien de usos, es decir, cuando dejen de utilizar este tipo de combustibles. De todas formas, según Faubel, un motor diesel contamina menos que uno de gasolina.