El Ayuntamiento ultima la excavación arqueológica en San Vicente de la Roqueta

Valencia

Urbanismo cambia de planes y va a acometer íntegramente toda la excavación arqueológica en San Vicente de la Roqueta a la vez. Eso explicaría que este verano no se haya hecho la intervención prevista en la misma puerta principal del Monasterio rehabilitado, tal y como se anunció hace unos meses. Si no hay contratiempos en este mes de septiembre la concejalía sacará a licitación la ejecución de todos los trabajos arqueológicos, valorados en unos 600.000 euros.

El servicio municipal de Proyectos Urbanos y el de Arqueología municipal han preparado los pliegos del nuevo contrato y solo falta tener el visto bueno de la Conselleria de Cultura necesario al tratarse de un Bien de Interés Cultural. Urbanismo tenía previsto unos primeros trabajos arqueológicos en el exterior del edificio pero al final ha decidido acometerlos a la vez e intensificarlos sobre todo en el interior, en la zona del claustro, donde ya se cuenta con que aparezcan numerosos restos arqueológicos.

Durante los trabajos de consolidación de la estructura de edificio de San Vicente de la Roqueta el servicio de Arqueología municipal halló presencia de varios enterramientos en el subsuelo de algunas de las salas. Y es que está documentado que en este lugar existió una necrópolis del primer cristianismo. El concejal de urbanismo es Vicent Sarrià.

Los colectivos vicentinos siempre han reclamado una excavación arqueológica exhaustiva ante las sospechas de que aparezca algún resto de San Vicente Mártir, el primer cristiano valenciano martirizado y cuya sepultura estuvo en este emplazamiento durante décadas. Sarrià duda de que aparezca aunque no cierra ninguna puerta.

Urbanismo mantiene su intención de ampliar la anchura de la acera de la fachada principal de San Vicente de la Roqueta para poner en valor la puerta original del convento. Es más, se quiere crear una acera con cierta pendiente para que la puerta se pueda observar plenamente, ya que ahora la actual impide una visión de la parte inferior original. Se tendrá que ampliar esa acera a costa de la calzada usada por el tráfico rodado. Pasará de los casi 3'75 metros actuales a los cinco, además del carril bici que circulará por delante del edificio histórico.