Lo que mal empieza... puede acabar muy bien

Valencia

No es la primera vez -ni lamentablemente será la última- que el Valencia inicia la temporada de competición oficial sin conocer la victoria. Analizando la trayectoria del murciélago en su historia reciente, es curioso como, tras comienzos tan negativos como el de este año, llega a los meses de abril y mayo en plena forma y con potencial incluso para conseguir títulos. 

Volviendo la vista atrás, por ejemplo, a la temporada 79/80, nos encontramos con una plantilla incapaz de ganar los cinco primeros partidos de competición doméstica. Tras perder con el Real Madrid (3-1), empatar con el Salamanca (2-2), con la Real Sociedad (0-0), Hércules (0-0) y caer del nuevo en El Molinón (4-2), el grupo dirigido por Di Stéfano se impuso al Burgos (3-1) en la sexta jornada. El 14 de mayo de 1980, tras una taquicárdica tanda de penaltis contra el Arsenal, el Valencia se proclamaba campeón de la Recopa de Europa. 

Años después, en la temporada 89/90, el equipo de Mestalla sufrió en el arranque de Liga. Perdió en casa (1-3) ante el Atlético de Madrid, empató a domicilio en El Molinón (1-1) y cayó con estrépito en Chamartín (6-2). Hubo que esperar a la cuarta jornada para superar al Cádiz (3-0) con goles de Voro, Eloy y Fernando. Esa plantilla, con Víctor Espárrago en el banquillo, acaba consiguiendo el subcampeonato de Liga. 

Exactamente una década después, en la temporada 1999/00, el asunto comenzó incluso peor. Bajo la dirección de Héctor Cúper, el Valencia tuvo que esperar a la sexta jornada de Liga para sumar el primer triunfo. Fue a lo grande, en el Bernabéu (2-3), gracias a los goles de Mendieta, Gerard y el Piojo López. Antes se habían producido preocupantes derrotas contra Racing, Espanyol, Alavés y Betis, además de un empate sin goles en Mestalla ante el Valladolid. Meses después, ese mismo equipo acabó tercero en Liga y subcampeón de Europa. 

Hay tantos ejemplos como motivos para la esperanza. Queda mucho.