Los Gigantes y Cabezudos, historia e identidad de las Ferias

Guadalajara

Los Gigantes y Cabezudos son una de las actividades más esperadas y participativas de las Ferias de Guadalajara, pero no solo eso. Hablar de esta Comparsa es hablar de historia de la ciudad y de una de las señas de identidad de la Semana Grande guadalajareña. De su pasado, su presente y su futuro nos habla Eduardo Díaz Pérez en el espacio 'Historietas de Guadalajara', una nueva sección que abriremos esta temporada cada lunes en el programa Hoy por Hoy Guadalajara.

"La Comparsa de Gigantes y Cabezudos es la actividad más antigua de todas las que se celebran en las Ferias de la ciudad", recuerda Díaz. "Su origen se remonta al S. XVI y no salían en las fiestas sino en la procesión del Corpus, que era la celebración más importante de la ciudad en aquella época. En 1780 se suspende por una orden de Carlos III que impedía los gigantes y cabezudos en actos religiosos y no regresan hasta 1901 con una pareja china de gigantes y dos cabezudos de Don Quijote y Sancho Panza que desfilaban en la conocida como Cabalgata Histórica de la ciudad".

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La Guerra Civil supuso un nuevo parón para esta Comparsa, que regresa en 1947 de forma definitiva. "Tuvieron que empezar desde cero porque no había quedado nada pero se formó sobre la base de tener una pareja de gigantes que representara a cada continente", explica Díaz. Así surgen el Rey Alfonso VI y Constanza de Borgoña (Europa), Al-Faray y la Princesa Elima (África), Montezuma y Malinche (América) y los Chinos de la Cotilla (Asia). A ellos se unirían después el Melero y la Alcarreña, la Princesa de Éboli y el Marqués de Santillana.

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En el caso de los cabezudos, encontramos algunos dedicados a personajes populares de la ciudad y otros basados en leyendas e importados de otros puntos del país. "Está la Follolla, a la que se relacionaba con la brujería y a la que se le cantaba 'Que viene la Follolla, que come pan y cebolla'. Otro es el Mangurrino, un personaje muy querido que iba siempre con el clavel y la guitarra cantando a una velocidad de liebre aunque entendía sus canciones. O Don Agapito, que fue donado por esta peña que es la más antigua de la ciudad junto a los Búfalos".

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Actualmente la Comparsa comparte protagonismo con numerosas actividades, pero no siempre ha sido así. "Antes los Gigantes y Cabezudos y los toros eran los grandes protagonistas porqe no había otras cosas. Lo que no ha cambiado es la ilusión de los niños cuando salen o de los padres cuando les ven correr por las calles".

Díaz recuerda el emotivo minuto de silencio que se guardó en 2001 tras los atentados de Nueva York y destaca la habilidad que hay que tener para llevar y bailar los gigantes. "Es muy difícil pero son unos maestros danzándolos al son de los dulzaineros, que tampoco pueden faltar en la Comparsa".

Este año podremos disfrutarlos el sábado 8, viernes 14, sábado 15 y domingo 16 de septiembre (11,30 h desde el Fuerte de San Francisco).