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Las discípulas de Álvarez-Conde: protección y méritos a cambio de lealtad

Una de las becarias del catedrático de la Rey Juan Carlos imputado en el caso de los másteres explica en sede judicial el trato que recibieron de Conde

Enrique Alvarez Conde protegía a sus discípulas y les exigía lealtad

Enrique Alvarez Conde protegía a sus discípulas y les exigía lealtad

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Madrid

Llegaron al Instituto de Derecho Público (IDP) de la Universidad Rey Juan Carlos prácticamente de la mano de su fundador, el catedrático Enrique Álvarez Conde, imputado en el caso de los másteres de Cristina Cifuentes y Pablo Casado. Eran sus discípulas y gracias a su protección consiguieron avanzar en sus carreras docentes. Álvarez Conde les daba responsabilidades y horas de docencia a cambio de lealtad. Esa era la máxima. Así se recoge en las grabaciones del sumario a las que ha tenido acceso la Cadena SER.

"Cuando yo llego al Instituto quien me introduce es Laura Nuño y me dice que para Enrique la lealtad es fundamental", explica en sede judicial una de aquellas discípulas, María Dolores Cancio, la única de las cuatro discípulas de Conde que no llegó a hacer una tesis por motivos personales. "Era una figura de catedrático peculiar con el resto", asegura Cancio, "intentaba montar congresos, hacía publicaciones para que hiciésemos carrera y obtener méritos". "Nos protegía con respecto al resto del departamento y de la universidad", sentencia esta antigua trabajadora del IDP que además fue alumna del máster de Pablo Casado, por el que está siendo investigada tras ser la única que ha reconocido en su declaración que el título se lo regalaron.

Cancio retrata a Álvarez Conde como una persona con mucho carácter: "Era nuestro jefe, era el mejor de los amigos y el peor de los enemigos", explica en su declaración judicial. La magistrada Carmen Rodríguez Medel se interesa por la relación entre el catedrático y la profesora imputada Alicia López de los Mozos. Cancio asegura que "era la discípula más antigua de las cuatro". Esas discípulas son ella misma y las tres profesoras que están siendo investigadas por la falsificación de documentos y actas del posgrado de la Rey Juan Carlos: López de los Mozos, Cecilia Rosado y Clara Souto. "¿Cree usted que doña Alicia habría tenido posibilidad de negarse a hacer algo que don Enrique le dijera", le interroga la jueza. "No", responde tajantemente Cancio. "En ese entorno, era muy difícil decirle que no a Enrique".

Cancio, que participó como becaria entonces de este departamento de la URJC en la puesta en marcha del máster de Estudios Interdisciplinares de Género que cursó la exministra Carmen Montón y que ha llevado a su dimisión esta semana, explica en su declaración que "el afán de Conde era no tanto su interés en temas de igualdad como que surgiesen muchas asignaturas para el departamento de Derecho Constitucional , de manera que no sobrásemos ninguna".

Extracto del currículum vitae de Pedro González Trevijano colgado en la web del Tribunal Constitucional / Cadena SER

Estas trabajadoras del IDP hicieron méritos hasta el punto de que Álvarez Conde dirigió las tesis doctorales de las tres imputadas: Souto, Rosado y López de los Mozos. En los tres casos, además, quien presidió la comisión juzgadora de esa tesis fue el ex rector y ahora magistrado del Constitucional, Pedro González Trevijano, como él mismo ha recogido en su currículum vitae que aparece en la web del tribunal. Un portavoz autorizado de Trevijano confirma este extremo a la Cadena SER y asegura que era de sus ocupaciones habituales como rector de la URJC.

 
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