0-1. La UD Ibiza no encuentra el camino del gol

Ibiza

Segundo partido de liga en Can Misses y segunda derrota del equipo ibicenco. Una situación inédita, porque en los cuatro años de vida de este equipo no había perdido dos partidos seguidos en casa. Ya se sabe que siempre hay una primera vez para todo.

Al margen de la pérdida de los puntos, el resultado final dejó señales inquietantes, en el juego y en la dificultad para encontrar el camino del gol. El conjunto ibicenco ha sido incapaz de marcar en las tres últimas jornadas. Lleva un solo tanto a favor en cuatro partidos Y, no hace falta decirlo, sin perforar el marco contrario es imposible ganar partidos. Pero también deja otra reflexión. Se tuvo que fichar deprisa y corriendo tras confirmarse el ascenso a Segunda B y era de esperar que todos los refuerzos vendrían para mejorar la plantilla y serían titulares en las alineaciones. Sin embargo varios de esos jugadores, Riverola, Rodado, Fobi, esperaban su oportunidad en banquillo y Javi García se quedó en la grada.

El partido ante el Badajoz tenía como gran aliciente el debut de Borriello con la camiseta de la UD Ibiza que vino acompañado de una mini revolución en el once inicial. Méndez situó a Grima, hasta ahora lateral izquierdo, en el carril derecho, bajó a Candelas a su posición natural como zaguero zurdo y colocó a Germán como interior izquierdo. El delantero italiano comprobó en los dos primeros balones que tocó que la vida es igual para un atacante en todas las categorías. Los centrales del Badajoz ‘acariciaron’ sus tobillos para marcar territorio desde el principio. Al margen de su pelea con los centrales pacenses que le costaron una tarjeta, se mostró falto de ritmo, enseñó algo de lo que puede ofrecer, controles de cara para ceder a los compañeros que vienen de segunda línea, pero no tuvo ocasión de probar al portero Royo, porque no llegaron balones claros al área. Sólo un remate, tras un toque sutil, que se perdió ligeramente desviado en el minuto 30.

Lo cierto es que el equipo ibicenco arrancó bien el encuentro al compás de Chavero. El centrocampista catalán, que también fue fichado tras el ascenso de categoría, es clase pura. Asegura una salida aseada del balón, elige bien la acción a realizar, sabe asociarse, tiene jerarquía y manejó el encuentro a su antojo durante 20 minutos. En ese periodo los locales tuvieron tres acercamientos con peligro, que no se concretaron, en algún caso por un mal control y en otros tras un buen remate de Cristian Herrera, tras una dejada de Borriello, porque se toparon con la respuesta del portero Royo. En el saque de esquina posterior de nuevo Royo atajó con seguridad. El problema para los locales fue que Chavero se quedó sin gasolina muy pronto, ya no dirigió con la misma precisión el resto del encuentro y entonces fueron más evidentes las carencias en alguna posición del campo. No hay plan B, entre otras cosas porque hoy por hoy el Ibiza apenas tiene desborde por los extremos y como Herrera tuvo menos protagonismo en la media punta el juego era cada vez más impreciso y deslavazado. El Badajoz empezó a sentirse más cómodo en el campo con balones a la espalda de la defensa local, impulsado por David Martín, un futbolista exquisito y con la rapidez desde el extremo de Higón. Llegaron los centros laterales que no encontraron rematador y antes del descanso probó fortuna Martín con un lanzamiento alto. También el Ibiza gozó de otra ocasión tras una salida en falso de Royo fuera de su área pero Herrera se enredó con el balón y posteriormente Germán tampoco pudo perfilarse para disparar.

Tras el descanso la segunda mitad empezó de nuevo con dominio local. Una buena internada del lateral Candelas se quedó en nada porque tras ganar la línea de fondo centró de forma imprecisa. El equipo extremeño seguía esperando su oportunidad y la encontró en el minuto 58. José Ángel realizó una excelente acción individual, vio el desmarque de Francis Ferrón con un pase filtrado y el killer del Badajoz resolvió con un remate certero.

Quedaba mucho partido por delante, pero en la grada quedó la sensación de que el choque estaba sentenciado, viendo los problemas del equipo local para crear peligro. El juego local empeoró a medida que pasaban los minutos. Chavero no conseguía llevar la manija en la zona ancha. Méndez movió el banquillo con la entrada del goleador Cirio que también jugaba sus primeros minutos de la temporada y arriesgó poco después quitando dos defensas para incorporar a Fobi buscando más mordiente en banda y a Riverola para ayudar en la creación en la zona ancha. Pero los cambios tampoco surgieron efecto, los jugadores de refresco apenas tuvieron protagonismo y el fútbol de los ibicencos fue todavía más confuso e impreciso. Sólo balones bombeados al área y centros inocentes que eran poco menos que caramelos para la solvente pareja de centrales del Badajoz. No hubo un sólo disparo entre los tres palos del Ibiza en toda la segunda parte.

Los visitantes ni siquiera pasaron apuros en la recta final del encuentro al quedar en inferioridad por la expulsión de José Ángel que vio su segunda amarilla a los 79 minutos.

No hubo arreón local buscando la igualada y se consumó la segunda derrota en casa. Habrá que seguir trabajando para encontrar más precisión en el área contraria, encontrar ese hombre gol que da puntos y más variantes en el juego ofensivo. Eso y también confiar en que jugadores clave adquirirán el mejor tono físico. Al fin y al cabo, el fútbol es algo bastante más sencillo que la teoría de Einstein.

Aunque todo eso requiere tiempo y paciencia, y la paciencia suele escasear en muchos equipos cuando los resultados no acompañan.