La Iruela y Don Pedro (Quesada) principales afectado de la tormenta

Cazorla

Poco a poco vuelve la normalidad a La Iruela y Quesada tras el temporal que en menos de media hora descargó con gran fuerza ocasionando numerosos daños.

Tras la tormenta llega la calma, pero dejando tras de sí un rastro de barro, piedras y lodo. En torno a los cincuenta litros por metro cuadrado, cayeron en menos de media hora en puntos concretos de los municipios de La Iruela y Quesada donde hoy se realizan labores de limpieza y valoración de daños. En el primer caso se produjo el corte de la A-319 por la lengua de agua, lodo y piedras que descendió desde la ladera frente al hotel Sierra de Cazorla donde se llegó a inundar el restaurante.

El alcalde del municipio José Antonio Olivares comenta que están concluyendo los trabajos de limpieza “después de que ayer quedase abierta al tráfico la A-319 se están realizando los últimos trabajos en esta travesía a la altura del hotel y en algunos puntos de la misma hasta Burunchel”. Destacando que ha habido una gran coordinación entre bomberos, guardia civil, equipo de conservación de carreteras y policía local “la intervención rápida y eficaz de todos ha hecho que al final esta situación sea simplemente una anécdota”.

En la instalación hotelera afectada también se ha recobrado la normalidad en su funcionamiento, pero no deja de ser preocupante que una vez más se hayan visto en una situación difícil, como consecuencia de su ubicación frente a esta ladera al otro lado de la vía. Ya que en enero de 2015 recibieron el impacto en su fachada de los fragmentos de una roca que se precipitó desde la misma.

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Para el alcalde de La Iruela no deja de ser una “incidencia” como consecuencia de hallarse en un Parque Natural donde fenómenos de lluvias torrenciales pueden acarrear este tipo de efectos “que en menos de veinte minutos cayeran 40 litros en un punto concreto es un fenómeno natural que no podría atajar ninguna medida posible”. Ya que según insiste “fue una tormenta que cayó en un punto concreto”, si bien opina que habría que adoptar medidas para minimizar los daños.

De hecho, el primer edil dice haberse reunido con los responsables del hotel para barajar las medidas que se pueden adoptar.

Otro de los desprendimientos se producía en la piscina que hay bajo el castillo de La Iruela en el paraje conocido como La Raja.

El alcalde ha recordado el caso de la inundación y avalancha de agua y lodo que se produjo en 2014 en Burunchel tras el estallido del conocido popularmente como “ojo de mar” en la ladera de la conocida Peña Lunar de esta pedanía de La Iruela. Un fenómeno que no se había producido en los últimos 80 años según recordaban los más antiguos del lugar.

También en la madrugada del 9 de enero de 2014 un desprendimiento del talud de la calle Virgen de la Cabeza de la localidad irolense sembró el miedo entre la población tanto en el centro escolar colindante como en las viviendas próximas al lugar. Los trabajos de consolidación de la zona concluyeron en febrero.

La aldea de Don Pedro en Quesada principal afectada.

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En Quesada se llevan a cabo multitud de tareas de limpieza en las aldeas de Belerda y Don Pedro, que han quedado incomunicadas entre sí por los fuertes arrastres y desprendimientos. Sobre todo en Don Pedro donde las calles han quedado muy dañadas y descarnadas como también la plazuela donde está el centro médico presenta una gran cantidad de lodo, tierra e incluso grandes rocas. Según relata el teniente de alcalde Juan Antonio López “en los terrenos de labor y en las calles ha habido grandes daños debido a los arrastres de tierra de esta fuerte tormenta que dejaba 50 litros en menos de media hora”. Como se puede ver en las imágenes la fuerza del agua que descendía del monte próximo arrastraba piedras y barro dejando muchas zonas anegadas. Según parece los daños en Belerda han sido menores porque la tormenta debió descargar con mayor fuerza en Don Pedro.

Llamativo es también el aspecto del agua del río Tíscar totalmente marrón debido a la gran cantidad de lodo y tierra que continua arrastrando monte abajo.

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