"Mueren presos en Tenerife II por negligencias"

Tenerife

Trapicheos, sobredosis y fallecimientos a causa de la dispensación incontrolada de medicamentos. Es lo que denuncian los internos del centro penitenciario Tenerife II. Un informe emitido por la prisión a través del Ministerio del Interior certifica que el reparto de fármacos se realiza de lunes a jueves "en los Módulos a primera hora de la mañana (...) en una bolsita transparente con una pegatina que indica fecha, nombre y apellidos del interno", mientras que la dispensación de los fines de semana se ejecuta "a primera hora del viernes (...) entregando al interno la medicación correspondiente al viernes, sábado y domingo".

 Esta praxis es avalada por la instrucción de 2007, que apunta: "con carácter general, corresponde a los servicios médicos la decisión relativa a la forma de dispensación de los fármacos prescritos (...)", no obstante, especifica que "se procurará evitar en la medida de lo posible situaciones de riesgo derivadas de la acumulación o el tráfico ilegal de determinados principios activos".

 Bernardo Fernández, representante sindical y funcionario de Tenerife II, incide en que "es un problema de falta de personal dentro de los servicios sanitarios" derivado de los recortes, aunque matiza que "a aquellos que tienen problemas físicos o mentales, la medicación se le sigue entregando diariamente bajo observación directa de un enfermero". Preguntado por el intercambio de los fármacos, Fernández asegura que "siempre ha sido así. Determinados medicamentos que tienen que ser consumidos por un interno, si puede y quiere, o los vende, o los cambia, o hace un mal uso".

 Sin embargo, los presos califican este reparto de medicamentos como una práctica negligente al considerar que la Administración penitenciaria debe "vigilarlos, cuidarlos, velar por su salud, por su integridad física y psicológica". El representante de los internos, Ernesto Yanes, asegura que "la información que sale del centro es escasa, si revelas cuestiones de la cárcel vas a ser castigado porque no les interesa que se sepa lo que están haciendo".

 En este sentido, Yanes denuncia que parte de las muertes que se filtran a la luz pública a causa de sobredosis no se deben a una ingesta de "drogas ilegales, sino de drogas legales, que son los medicamentos que suministra la prisión".

"A mi hijo lo curaron y después lo mandaron a morir"

 Un hombre ingresa en julio de 2013 en la Unidad Terapéutica y Educativa de Tenerife II. Allí cumple la mayoría de su condena hasta que da positivo en una analítica por consumo de tóxicos y es trasladado al módulo cuatro, donde fallece en abril de 2014. Cadena SER ha tenido acceso a la autopsia y a los documentos relativos al expediente del interno fallecido. Documentos que corroboran que se trata de una muerte violenta a causa del consumo de psicofármacos, metadona y cannabis, lo cual le ocasionó un edema agudo pulmonar.

 "Tengo conocimiento de que en el módulo cuatro no pueden ingresar personas que tienen condenas menores de cuatro años ni menores de treinta años de edad. Siempre he creído que a mi hijo lo curaron y después lo mandaron a morir", asevera la madre del fallecido.

 Según declara, al preso le entregaron treinta pastillas un viernes por la tarde para todo el fin de semana, "después estuvo tonteando en el patio, se las tomó. Mi hijo se tambaleaba y un compañero suyo advirtió a los funcionarios para que lo llevaran a la enfermería. Nadie lo llevó a la enfermería, ni le hizo un lavado de estómago, ni le ayudó. Se acostó y a las cinco de la mañana se certificó su muerte".

 También en esos informes y ante un instructor, el médico de guardia declara que el fallecido estaba diagnosticado de esquizofrenia y consumo de tóxicos y estaba en tratamiento con Tranquimazín retard, abilify, lyrica y Valium. Ni rastro, en el tratamiento, de la metadona, cuya concentración en el cuerpo, y según fuentes farmacéuticas consultadas por la SER, se puede elevar al consumirla junto al ansiolítico Diazepam, tal y como hizo el fallecido.

 "¿Cómo es posible que mi hijo mezclara metadona con las pastillas y se le triplicara el efecto si ellos tienen tanto control como dicen? Lo que pretendo es que mi hijo descanse en paz y que no le pase esto a más familiares, porque murió y nadie me ha dado una explicación razonable para entender su fallecimiento. Por primera vez en muchos años yo podía sentarme en un vis a vis con mi hijo y hablar con él como personas adultas, porque ya estaba sano de la cabeza".

 Según el reglamento de adquisición, dispensación y custodia de fármacos en los centros penitenciarios, "la metadona y los tratamientos para la enfermedad tuberculosa se administrarán siempre en forma de tratamiento directamente observado". Esta misma praxis se ejecutará cuando "la situación de discapacidad o deterioro físico o mental del paciente no asegure una adecuada cumplimentación del tratamiento prescrito".

 La respuesta de la Administración penitenciaria a este fallecimiento se resume en pocas palabras: "instituciones pone todos los controles, es un sistema de reinserción y reeducación, pero la permeabilidad de ese mismo sistema hace que sustancias como la metadona puedan entrar al centro".

 Cuatro años después, la madre del fallecido continúa reclamando los informes médicos de su hijo y las grabaciones que muestran cómo la tarde previa a su muerte se encontraba en el patio. "Las grabaciones y los informes o no existen o se han extraviado, ¿dónde se gastan el dinero del Estado para mantener las prisiones? Ahí dentro hay personas".