El buen sabor al chupar un cuadro

Córdoba

Son casi las 10 de la mañana y Toni Garrido se dirige al público que asiste a la emisión de Hoy por Hoy en la sede de Cultura de la Junta de Andalucía en la calle Capitulares. Les agradece la asistencia y se roza sus manos mientras les dirige la palabra haciendo ver que esto está a punto de comenzar. El agradecimiento es sincero porque “ver un programa de radio es como chupar un cuadro”, dirá después en Hoy por Hoy Córdoba, pero él sabe que no del todo o habrá que probar lo del cuadro, porque esto sabe bien. La primera vez que uno asiste a un programa de radio en directo no para de mirar lo que, claro, no se ve desde casa: los técnicos como Tino y Juan ajustando el montaje, los realizadores como Emilio y productores del programa animando el aplauso o marcando la entrada de los cortes, la invitada que llega, a la que recibe Eva y espera su turno, el abrazo para despedir al entrevistado y la advertencia al público de Raúl, que parece tener una batuta en la mano: “última cuña, diez segundos”. La radio, mirar cómo se hace en directo, aporta al oyente fiel un conocimiento extra del espectáculo.

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Tom Kallene es de Santa Marina. Bueno, no del todo, pero sí que tiene vínculos familiares en la provincia de Córdoba y aunque cumple su papel de sueco, es más de aquí que muchos de nosotros. El programa llega a Córdoba con motivo del Congreso de la Sabiduría y el Conocimiento y de eso habla Toni con José Carlos Ruiz, profesor de instituto y asociado de la UCO cuyo libro “El arte de pensar” va ya por la tercera edición. Los políticos y los estoicos, el hedonismo de Julio Iglesias, la autocontención de Luis Enrique, la tentación de la emoción como herramienta para el triunfo, incluso el del EGM.

Esta radio que transporta al oyente a través de un camino donde se equilibra el humor y la actualidad reposa los tiempos en pausas para la reflexión. La música acompaña y, a la vista, la radio ejerce un vínculo entre el programa y el oyente que permanecerá. “Gana en las distancias cortas”, dice Carmen, oyente fiel, al salir del programa.

A Federico Mayor Zaragoza no le hace falta tomar aire para recalcar la importancia del reto que plantea el informe de la comisión que propone recuperar la titularidad pública de la Mezquita Catedral. La alcaldesa, Isabel Ambrosio, hace una defensa del servicio público honesto y limpio, en contraposición a la última hora que llega desde Torrelodones.

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La llegada de Palomo Spain nos demuestra que ahí hay materia. Un diseñador que proyecta al mundo tres mensajes claros: se puede triunfar desde cualquier lugar –Posadas incluido-, la ropa no ha de tener género y es necesario mucho trabajo para permanecer y no ser un bluf en tiempos volátiles, aunque Beyonce y Miley Cyrus hayan estado de tu lado ya. La historia de cómo Alejandro, antes de ser Palomo Spain, le vendió como dependiente una pulsera a Lola Carretero es pura radio, en la narración de la periodista.

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“Me quedo con la historia de Sani Ladan”, reconoce Garrido, y no es para menos. Este camerunés que cruzó un continente jugándose la vida para estudiar es de esas para cambiar el mundo, si cambiar el mundo empieza por derribar nuestros prejuicios. “Cuando la gente niega el racismo es cuando se queda”, afirma. Sani estudia ahora Relaciones Internacionales después de un periplo complejo y nada envidiable. Habla claro, con la base de quien suma experiencia y conocimiento. Menciona Sueño de la esperanza, de Pedro Sosa, y Toni propone buscarla para escucharla, y seguro que el resto de su equipo, en Madrid ya había empezado a teclear.

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Nadie se mueve del asiento, y en las desconexiones publicitarias surgen las conversaciones. Entre el público un grupo de alumnos del IES Ángel de Saavedra, que escuchan el sonido de otra manera, pues lo estudian. Uno de ellos, Jesús, acaba aportando su granito de arena sobre el salmorejo en el espacio gastronómico con David de Jorge, via Skype, y nos recuerda después que hay una memoria sonora con la que jugamos poco pero se mantiene latente al escuchar el sonido de inicio de un Nokia o una cinta de casette rebobinando. Manuel Martínez, de Medina Azahara, reconoce que tiene más de 40 pares de botas, que dejan de parecer un exceso cuando uno recala en que ya hace tiempo que no le crece el pie. Desde 1978 están en la música y presentan disco y autobiografía.

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El postre llega en forma de pastelón cordobés que una señora siempre trae a los equipos de los programas de la SER que llegan a Córdoba. “A Angels le traje aceite”, reconoce orgullosa y no es hasta unos minutos después cuando uno repara en lo eterno del gesto. No habrá manera de compensar esa fidelidad.