La #Tuithistoria de Javi Ruiz

Murcia

Tuithistoria Vacaciones

Por la mañana, la niña no ha despertado en la casa de sus abuelos, ni de camino al cole. Ha despertado abrazada a un cuerpo extraño, más tosco y menos suave que el de su madre. Más como si durmiera acurrucada a un oso Baloo o a un totoro japonés.

La niña abre los ojos. Se despereza y rumia un poco para despertarse pero sigue unida a ese espacio gigante que forman los brazos de su padre. Ese señor al que casi no ve durante el año. Con el que apenas puede jugar un par de días, los que pasa en casa entre llamadas del trabajo los sábados y los domingos.

Se levantan juntos. Desayunan lo primero que pillan. Quizás algo de bollería de la que está prohibida en el cole. El sol inunda la casa ya bien temprano. Los dibujos chillan sus colores en la tele y la niña se emboba.

A ver qué hacen hoy. Dos semanas sin mamá, que está en el trabajo, son muchos días. Están desacostumbrados el uno del otro pero entre un padre y una hija pequeña siempre surgen cosas. Aventuras. desventuras. Un paseo buscando las sombras. Un chapuzón imaginando un barco pirata. Una carrera de coches. Un cuento de cachorritos valientes que se lanzan por un tobogán.

Qué bonito es pasar tiempo con los niños. Qué largo se hará el año hasta la próxima siesta de verano.