El palacio de Guzmán podría acabar en los juzgados

Pedrosa de Duero

La pedanía de Guzmán se encuentra a la defensiva ante las maniobras que está llevando a cabo su alcalde con respecto al Palacio, un edificio histórico del siglo XVII, que fue rehabilitado por la Junta a mediados de los 90 y donde conviven desde hace más de dos décadas una posada rural, que incluye varias habitaciones y bar, con las dependencias municipales y el consultorio médico.

Cerca de un centenar de personas, una cifra que coincide prácticamente con el número de empadronados, han firmado este verano apoyando un escrito redactado por Luis Miguel Rodríguez, uno de los vecinos, en el que solicita al Ayuntamiento de Pedrosa de Duero, del que depende esta entidad menor, que se trate en un pleno “la prohibición de enajenación o arrendamiento” de este edificio.

En otro escrito que ha estado circulando por el pueblo, se habla de “situación de indefensión” y se apela a “la defensa del patrimonio de Guzmán, ante su intento de desalojar del palacio las dependencias municipales y el consultorio para aumentar a 12 el número de habitaciones y utilizar la planta baja para cocina y comedor. Y es que son muchos los que temen que las intenciones del primer edil sean las de poner en manos privadas “a su libre albedrío” este emblemático inmueble, como ya demostró a finales de los ochenta, mucho antes de ser alcalde, en un escrito en el que proponía quedarse con el edificio a cambio de unas tierras.

Con esta pretensión de liberar el palacio de otras dependencias ajenas a su función hostelera, el alcalde comenzó hace varios años unas obras de acondicionamiento de las antiguas escuelas, junto a la iglesia, que fueron paralizadas por la Dirección General de Patrimonio por algunos incumplimientos, a instancias de una denuncia que interpuso Pilar Cabrito, otra vecina de Guzmán, que comparte la idea de que detrás de todo esto se ocultan intereses particulares.

Además de apelar al Ayuntamiento de Pedrosa de Duero, los vecinos que se oponen a estas maniobras han interpuesto una denuncia judicial en Aranda pidiendo que se incoen las diligencias oportunas por entender que hay un posible delito de prevaricación en estas operaciones.

El alcalde de Guzmán, por su parte, niega tener intenciones con respecto a este palacio ajenas a los intereses municipales. Ambrosio Molinos, dice que ha visto la oportunidad de arrendar por un plazo mínimo de diez años a un anticuario de Aranda, este edificio como posada rural. Pero para ello, debe contar con todo el edificio, puesto que actualmente sólo hay cuatro habitaciones operativas que ofrecer.

Dice también el edil de Guzmán que los que están oponiéndose a esta operación son de la asociación cultural, que han venido contando para sus actividades con parte de este edificio.