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Slash, cómo hemos cambiado

Mientras seguimos esperando un disco de los Guns N' Roses originales, de momento nos conformamos (y no es poco) con lo nuevo de su guitarrista

Slash no ha dejado nunca de tocar en solitario, con grupos o con Guns N' Roses, que se han tomado un descanso en su regreso para que el guitarrista amplíe su carrera independiente / Ethan Miller / Getty Images

Fuenlabrada

No hay ni un solo guitarrista en la historia más icónico que Slash. Su chistera calada, su pecho descubierto y sus botas medio calzadas, junto a sus Gibson, se convirtieron en toda una imagen de marca de una de las patas fundamentales de los Guns N’ Roses, cuya salida del grupo dinamitó definitiva a la banda y cuyo regreso junto al cantante Axl Rose ha llenado de esperanza nostálgica a más de uno. Pero a falta de disco con ambos en los créditos, nos conformamos con lo nuevo de Slash en relativa soledad, acompañado por Myles Kennedy, que presentó con este ‘Driving rain’. Luego repasamos los discos fuera de Guns N’ Roses, pero justo es empezar por el principio.

Aunque luego fue recuperado en 1988 en el segundo disco de la banda, en realidad ‘Reckless life’ es lo primero que escuchamos en un EP autoeditado en el 86 por la que en solo unos meses se convertiría en la mayor banda de rock de la época. Eso gracias a su primer álbum, ‘Appetite for destruction’, que incluía uno de los grandes himnos del rock: ‘Sweet child o’mine’.

La archifamosa frase de guitarra que vertebra el tema surgió, simplemente, de unos ejercicios de digitación que Slash practicaba en el local. Así funcionan los genios. Por cierto que el guitarrista siempre ha mantenido que apenas ha trabajado en su carrera los solos y que prácticamente todos fueron compuestos e interpretados a la primera. Con los Guns N’ Roses ha firmado temas también inmortales como los del disco doble, vendido por separado, ‘Use your illusion’, que incluía obras maestras como ‘Don’t cry’ o ‘November rain’.

Tras de una gira mastodóntica, convirtiéndose en uno de los 50 grupos con más ventas de la historia, en 1993 publicaron el errático ‘The spaghetti incident?’ con versiones de clásicos. Pero después de años de disfuncionalidades en la banda, Axl estiró en exceso la cuerda, se hizo dueño y tirano del grupo, cultivó una idea musical diferente a la del resto y mantuvo su impuntualidad en conciertos y grabaciones. Fueron algunos de los ingredientes que desembocaron en la salida de Slash, que en 1996 formaba Slash’s Snakepit, junto a otros dos despedidos de GN’R, y que prendía la mecha con temas como ‘Neither can I’.

El proyecto ‘Snakepit’ tuvo únicamente una segunda parte, con banda renovada, y no volvió a retomarse. En su lugar Slash, junto al bajista y baterista de los Guns, Duff y Matt Sorum, formaron una ‘contrabanda’, Velvet Revolver, junto al ahora fallecido Scott Weiland, ex Stone Temple Pilots, con la que consiguieron gran repercusión en 2004 gracias a temas como ‘Fall to pieces’.

Slash, cómo hemos cambiado

La fama del grupo se vio potenciada en contraposición al abismo en el que estaba sumido Axl, intentando poner orden en un grupo y un nuevo álbum con Guns n’ Roses que todavía tardaría cuatro años en llegar tras una década de grabaciones… Velvet Revolver tuvo otro disparo más, ‘Libertad’, en 2007, presentado por ‘She builds quick machines’.

Fue este el último disco de esta banda ‘alternativa’ de la que despidieron a Weiland, y desde entonces el guitarrista se centraría en proyectos más propios. Es no obstante destacable que Slash jamás ha dejado de tocar: los Guns, colaboraciones con infinidad de leyendas de la música, bandas alternativas, discos en solitario… Y siempre con esa facilidad para crear temas potentes de rock duro como ‘Beautiful dangerous’ junto a Fergie, ex Black Eyed Peas.

Esto formaba parte de su primer disco completamente en solitario, de 2010, en el que contaba con amigos para las partes vocales como Ozzy Osbourne, Iggy Pop, Adam Levine de Maroon 5 o Myles Kennedy. Con este último ha mantenido un grupo alternativo que lleva el nombre de ambos (el de Slash con letras mucho más grandes, claro) y que se estrenaba en 2012 con ‘Apocalyptic Love’ y temazos como ‘Anastasia’.

El disco resultó redondo y todo un éxito de ventas. Nótese en este repaso discográfico cómo cualquier oído es capaz de identificar el estilo de Slash entre un millón de guitarristas, y eso le ha llevado a estar siempre entre los mejores de las seis cuerdas. Nos vamos a despedir ahora con el tema ‘World on fire’, de su segundo disco con Kennedy, no sin antes recordar que en 2016 se obró el milagro y Axl, Slash y Duff resucitaron a los Guns N’ Roses originales, al menos los más representativos, pero que de momento seguimos esperando un posible disco que, que el cielo nos oiga, esperemos que llegue en esta vida.

 
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