El color traspasa las paredes

Santander

Inés no puede dejar de sonreír. El patio del colegio en el que estudia, el Vital Alsar es una auténtica fiesta. Los padres han hecho tortillas, los niños elaborado varios dulces y hasta una tarta, suena música y han venido todos, familias, políticos, vecinos y como no, la radio y la televisión.

Pero lo que más feliz le hace a esta niña de once años de toda esta celebración es ver cómo ha cambiado su cole. Perros gigantes pintados con figuras poliédricas de colores vivos, unicornios que parecen volar, una caja gigante llena de conocimiento y experiencias, pirámides que te llevan desde el turquesa hasta el cobalto e incluso un jilguero rosa y negro.

Y todo con el sello de uno de los artistas con mayor proyección internacional del momento, que además es cántabro y que por cierto, sigue llevando a un niño dentro. Okuda acaba de dar una lección magistral a los alumnos de este cole: “si tienes un objetivo, consigues defenderlo y contagiar de ilusión a la gente para que te ayuden a lograrlo y además trabajas mucho, es bastante probable que consigas alcanzar esa meta”

Los niños del Vital Alsal así lo han asimilado. Su demanda de que su centro dejara de ser un edificio gris y deteriorado por fuera, ya es una realidad.

Desde el principio se sumó toda la comunidad educativa aunque fue Inés quien le puso la puntilla. Para recaudar fondos, hizo un cómic que logró vender en un mercadillo y conseguir los 74 euros iniciales y eso se lo contó a Okuda a través de una carta, al artista esas líneas le hicieron interesarse por el proyecto.

Después el Ampa del centro sumó 1.500 euros, la asociación de vecinos también ayudo y a través de una campaña de 'crowfunding' en menos de un mes se consiguieron los 23.000 euros necesarios para pintar el cole.

La Consejería de Educación ha aportado 1.500 euros y el Ayuntamiento de Santander unos 10.000 euros para acondicionar las superficies sobre las que ha intervenido el artista, Okuda hizo el resto.

Durante varios días ha convivido con los alumnos, les ha enseñado su profesión, prácticamente todos los alumnos del cole que no llegan a los 80 han participado con un spray en la obra final. El artista quiere que este proyecto inspire a muchos niños y niñas, y ayude a que las generaciones futuras "sean más creativas".

El director del colegio público Vital Alsar, Fernando Diego, está feliz. “Esto es un verdadero sueño”. Y es que es muy intenso el trabajo que han hecho los profesores en este centro, que conjuga la didáctica con educación artística y emocional.

Inés sigue sonriendo, porque su “cole” antes sólo era de colores por dentro y el exterior no encajaba con lo que había dentro, ahora ese espíritu educativo ha traspasado las paredes.