¡Se nos van los buenos!

Palencia

La muerte de David Vázquez, hace una semana, nos llenó de dolor a todos los ciudadanos de Palencia. Durante estos días han sido muchos los homenajes, dedicatorias, comentarios que se han dedicado a nuestro querido Teniente Alcalde.

Cuando sucedió esta triste noticia, un vecino me decía. “Se nos van todos los buenos”. Al principio yo estaba de acuerdo con esta afirmación. Recordaba a mucha gente joven o tan joven que ha partido antes de tiempo. Gente buena que ha marcado la vida de la sociedad, la de nuestro entorno más cercano y la mía propia. Todas ellas se merecen un homenaje. Cada día que les recordamos están presentes en nuestro corazón, en nuestra vida cotidiana, en nuestras conversaciones.

Muchos de los que se nos han ido han sido personas excepcionales, estupendas… algunas de ellas permanecerán para siempre en la historia de nuestra ciudad o en la de cada uno de nosotros.

Pero hoy quiero mandar un mensaje positivo. Se nos van los buenos, puede ser. Pero, ¡cuánta gente buena permanece entre nosotros! Tenemos la costumbre de hablar bien de la gente cuando fallece. Esta mañana recuerdo a familiares, amigos, vecinos, ciudadanos… que hacen que mi vida sea un regalo. Podía hacer una lista muy grande.

A lo mejor es buen momento para que nos fijemosen los gestos pequeños de cada día, en un beso, en un abrazo, en una palabra oportuna, en un mensaje, en una corrección, en una crítica constructiva… Hay mucha gente cercana que son luz y un regalo cada día.

Tenemos muchos vecinos que merecen un homenaje cada día:

• Los que luchan por construir un mundo más humano, donde lo importante sean las personas y no el dinero.
• Los que están en los buenos y malos momentos
• Los que no buscan protagonismos.
• los que evitan las críticas a los demás.
• Los que tienen una vida honrada.
• Los que participan en asociaciones, colectivos, grupos… Tantos voluntarios que dedican parte de su vida a los demás.

También tenemos a muchos responsables en las diversas instituciones. Alcaldes, concejales, diputados, cargos públicos… que entienden su tarea como un servicio público. Les hay de todas las ideologías, creencias, formas de ser y de pensar. Tenemos que romper con la dinámica de la simple crítica y descubrir que el oponente tiene cosas buenas. Cuando apostamos por lo que nos une, la sociedad y la ciudad mejoran.

Para terminar estas palabras: Querido David, no es tu recuerdo, ni tus palabras, ni tus obras, ni tus gestos, ni tus proyectos... ¡Eres tú mismo quien está a nuestro lado! Tu gran corazón, tu rostro alegre, tu viva mirada, tu contagiosa actividad, tu gozo desbordante, tu espíritu solidario, tu amistad firme, tu esperanza renovada cada día, tu amor tan humano, tan tierno y vital, tus olvidos y despistes... ¡Todo lo sentimos dentro! Permanecerás siempre junto a nosotros.

Gracias David y Gracias a tantas personas buenas como siguen entre nosotros.