125 años trabajando por Ciudad Real

Ciudad Real

Este 5 de octubre, la Diputación de Ciudad Real ha cumplido 125 años de actividad institucional ininterrumpida. El 5 de octubre de 1893, la Corporación Provincial recepcionó las obras de este edificio, construido sobre el proyecto del arquitecto Sebastián Rebollar,  que se concibió como sede de la institución.

Este viernes, el presidente de la diputación, José Manuel Caballero, daba lectura en el pleno ordinario, a una declaración institucional para poner en valor tanto el Palacio, como el edificio de arquitectura civil más relevante de la provincia, como la importante labor de vertebración territorial de los municipios de la provincia garantizando especialmente a los más pequeños la prestación de servicios municipales.

Los portavoces de los dos grupos con representación en la institución, Jacinta Monroy (PSOE)  y Adrián Fernández ( PP) han coincidido en destacar el esencial papel que cumplen las diputaciones sobre todo como garantía de una vida de calidad e igualdad en derechos y oportunidades en el mundo rural. 

En su intervención el portavoz popular tenía, además,  un recuerdo para quien fuera presidente de la Institución, ya fallecido, Luis Jesús Garrido; mientras que la portavoz socialista resaltaba que la Diputación de Ciudad Real ha destacado siempre por poner en marcha proyectos e iniciativas pioneras que han hecho una Ciudad Real más moderna.

Declaración institucional:

El Palacio de la Diputación de Ciudad Real, construido con arreglo al proyecto del arquitecto Sebastián Rebollar y Muñoz, cumple hoy, 5 de octubre, 125 años de actividad institucional ininterrumpida. Un día como hoy en 1893 la Corporación provincial recepcionó definitivamente las obras de este edificio que se concibió en origen como sede de la institución. En todo este tiempo, sus señoriales muros han sido testigos de la gestión realizada por las diferentes corporaciones legítimamente constituidas.

La Corporación provincial de entonces decidió que un emplazamiento decimonónico representara el poder de la Diputación, en ese momento como administración de carácter nacional. Cien años después, en 1993, quienes ostentaban la responsabilidad de representar la política provincial conmemoraron el centenario del Palacio coincidiendo con su declaración como Bien de Interés Cultural. Ahora nos corresponde a los representantes que integramos este Pleno elevar el valor de este emblemático edificio, su significado en el contexto histórico, artístico y patrimonial, así como su utilidad y eficacia en la prestación de los servicios públicos encomendados.

El Palacio de la Diputación, como edificio de arquitectura civil más relevante de la provincia, se ha convertido con el paso de los años en referente y símbolo de nuestro territorio, en el lugar donde las ciudades y pueblos de Ciudad Real reciben la ayuda y el apoyo necesario para alcanzar, cada día, más progreso y bienestar.

La efeméride de los 125 años del Palacio Provincial coincide, de forma providencial, con el 40º aniversario de nuestra Constitución, de la que todos los españoles debemos sentirnos especialmente orgullosos porque estableció el inicio de nuestra ya consolidada democracia. Ha permitido el periodo más duradero de la historia de convivencia plural y las mayores cotas de bienestar y solidaridad, así como el pleno disfrute de nuestros derechos y libertades.

En los últimos 40 años, desde el Palacio Provincial se ha venido desarrollando una importante labor de vertebración territorial de los municipios de la provincia, garantizando a muchos de ellos, especialmente a los más pequeños, la prestación de servicios municipales.

A sus instalaciones acuden acaldes y concejales a participar las necesidades que presentan sus respectivos pueblos o que verbalizan sus vecinos y vecinas. Es el referente de todas las localidades enclavadas en el territorio, no sólo porque acoge la sede administrativa del Gobierno provincial, sino porque atesora un gran valor artístico, arquitectónico y patrimonial que estamos decididos a preservar e impulsar. La preocupación de los empleados y empleadas de la Diputación así como de los miembros de la Corporación es constante, siempre con la finalidad de que el edificio conserve su forma original y resulte funcional para la prestación de los servicios.

El Palacio de la Diputación de Ciudad Real es un edificio accesible, amable y acogedor que, ahora más que nunca, abre sus puertas con motivo de su 125 aniversario. Sus techos, paredes y galerías atesoran la obra de Ángel Andrade, el artista ciudadrealeño sobre el que la institución provincial ejerció su mecenazgo. Contó con la ayuda del almagreño Samuel Luna para revestir de arte y belleza los serenos muros de este representativo edificio de finales del siglo XIX. La escalera principal y su cúpula, así como los frescos de los techos de la zona noble en los salones de Plenos, Recepciones y Comisiones evidencian la calidad pictórica que exhibe el Palacio.

El pintor Manuel López Villaseñor ayudó igualmente, con la realización de un imponente mural, a dar solemnidad al salón de Plenos, espacio simbólico de la toma de decisiones de las corporaciones que en distintos tiempos políticos han tenido la responsabilidad de dirigir los designios de esta Institución.

Quienes ahora trabajamos por un mejor futuro para la provincia de Ciudad Real y para los vecinos y vecinas de todas las ciudades, pueblos y eatims, reiteramos nuestro compromiso de responsabilidad y trabajo por el Palacio Provincial y la institución que alberga. Y recordamos a todos los hombres y mujeres que nos precedieron en el gran honor de estar al servicio de la Diputación de Ciudad Real y de coadyuvar a la consecución de sus fines. También comprometemos nuestro esfuerzo para impulsar una administración eficaz al servicio de los ciudadanos, modernizando su estructura, evitando el solapamiento de competencias y favoreciendo el mismo nivel de calidad y autosuficiencia del resto de las Administraciones del Estado.