Ballesta está triste, ¿qué tendrá nuestro Pepe Ballesta?

Murcia

Ballesta está triste, ¿qué tendrá nuestro Pepe Ballesta?

El Regidor del Ayuntamiento de Murcia, me cuentan, sigue, a estas alturas, deshojando la margarita, como la princesita de la Sonatina de Rubén Darío.

Ballesta está triste, ¿qué tendrá Ballesta?

Ya no tiene a su lado a un fiel Roque, que con su labia y su mágico dedo el hombro le toque.

Ballesta está triste, ¿qué tendrá Ballesta?

Ballesta deshoja la margarita. Mide con pie de rey sus posibilidades de triunfo. ¿En la oposición? Ni por pienso. No quiere morir en el intento.

Ballesta es un ganador nato. Catedrático de Medicina, ex rector, ex consejero, y ahora alcalde de mucho boato. ¿En la oposición? Nada de nada. Antes la vida, que confundirse con la mesnada.

Por eso medita muy seriamente su candidatura a la alcaldía murciana en donde es uno de los regidores mejor pagados de todo este país de jarana.

Como para pensárselo dos veces. La Universidad no da para tanto, y el regreso a las aulas sería muy duro, después de lustros zascandileando.

¿Habrá sorpresa? ¿Nos anunciará en unas semanas, acaso en unos días, su deseo de volver a su oficio y dejar colgado a su partido? Más de uno de su entorno respiraría tranquilo.

Ballesta divide a los suyos porque siempre ha sido una especie de verso suelto, un hombre instruido, culto y serio, todo un raro misterio para el PP.

Ballesta está triste, ¿qué tendrá nuestro Pepe Ballesta?

Y el poema de Rubén Darío concluye:

“Calla, calla, princesa” –dice el hada madrina-

“en caballo con alas hacia aquí se encamina,

En el cinto la espada y en la mano el azor,

El feliz caballero que te adora sin verte

Y que llega de lejos, vencedor de la Muerte

A encenderte los labios con su beso de amor”.

Pepe Belmonte