Un poco de tranquilidad y esperanza

Soria

Después de la tormenta, siempre viene la calma. Eso dicen, aunque la tormenta se puede alargar más de la cuenta. Afortunadamente, parece que vuelve la calma, la tranquilidad y el sosiego, después de un par de semanas revueltas, intensas, de preocupación y de incertidumbre, en el ámbito del Numancia tanto en lo deportivo como en lo institucional. Así que ya, desde la tranquilidad, miramos hacia adelante con esperanza.

En lo competitivo, la derrota ante el Almería en Los Pajaritos dolió, escoció y dejó al equipo en una situación complicada. Porque fue un súmmum de cosas: la derrota, el mal juego, la pobre imagen, la falta de intensidad, el entrenador asegurando que faltó ‘alma’… Todo junto daba mal rollo, la verdad. Pero una semana después, en Pamplona, todo volvió a calmarse. El Numancia arrancó un valioso punto que pudieron ser tres de haber acertado en sus ocasiones de gol, incluido un penalti. Un empate positivo en un campo complicado, que se hizo mejor con la reciente victoria ante el Extremadura, como ya hemos dicho, en un triunfo merecido, sufrido y balsámico. Merecido, porque el Numancia fue mejor que un rival claramente inferior que vivió del efecto gaseosa en los primeros minutos y dio peligrosos coletazos en la recta final; coletazos que convirtieron en agónico el desenlace del choque, con más sufrimiento del esperado, habiendo podido sentenciar con otra pena máxima errada; y balsámico porque el Numancia suma cuatro puntos de seis, mantiene su portería imbatida pos segunda semana y porque muestra más solidez en su juego… ¿Y qué ha cambiado para mejorar? Para mí dos cosas. La primera, como reconoció López Garai, una mayor ‘flexibilidad’ en el sistema de juego, alternando en la salida del balón la posesión y pase corto con balones largos buscando espacios en el ataque. La segunda, un nombre propio: Escassi, porque el malagueño es la pieza angular de este equipo, el que da equilibrio a la defensa y el ataque, roba, distribuye y apoya a compañero; tácticamente fundamental. Y como le dijimos ayer en la Tertulia Deportiva: que no se lesione, por favor.

Y la mejoría llega en el momento clave: antes del derby del Moncayo ante un Zaragoza que tal vez visite Soria con ganas de vendetta tras el cruce de play off del pasado curso, con ese cruel desenlace para los blanquillos y dulce para los sorianos con el ‘diamankazo’ en La Romareda; y antes de sendas salidas consecutivas a Las Palmas (tercer clasificado) y a Málaga (líder de la categoría).

Y luego está el tema de lo de la venta del club. Tras los iniciales mensajes tranquilizadores del presidente en la junta general de accionistas, se confirmó la venta, la llegada del nuevo grupo inversor español y su presentación ante los medios y la sociedad soriana. La conclusión que se puede sacar tras las primeras palabras de Moisés Israel, nuevo presidente, es que el modelo del club no se va a tocar, ni en lo deportivo, que ya funciona bien, ni en lo administrativo o de gestión económica, que también funciona bien. Es lógico: si algo está bien para qué tocarlo. ¿Y por dónde van a ir los tiros? Claramente, en la cuestión publicitaria, de imagen y promoción de un producto insisto asentado, pulcro y que funciona muy bien.

¿Y qué podemos esperar a partir de ahora? Pues ya lo iremos viendo… De momento ya hemos visto el caballito de Soria (o la yegua de Soria mejor dicho la diosa Epona) en la camiseta del equipo y ya hemos visto un reportaje sobre Soria, Numancia y el Numancia, en un programa de prime time en una cadena nacional y, poco a poco, seguramente, iremos viendo más cositas, sobre lo que la nueva directiva quiere hacer con el club. Hasta ahora todo son ideas o intuiciones. Por cierto, que sobre esos de los paquetes turísticos de los que se ha hablado no les extrañe ver pronto turistas no ya de otros países, sino incluso de otros continentes, en nuestra ciudad los fines de semana que haya partido del Numancia en Los Pajaritos. Y algunos recomiendan aprender chino…