Sociedad

La biopsia líquida o cómo un análisis de sangre permitirá detectar tumores hematológicos

Los hematólogos españoles y europeos abogan por validar la tecnología como herramienta de detección precoz

Mesa redonda del simposio europeo de hematología dentro del congreso que la Sociedad Española de Hematología ha celebrado en Granada / Organización del congreso

Granada

Es una gran esperanza, pero la técnica aún debe depurarse. Los hematólogos reunidos en Granada en su congreso nacional han celebrado este sábado en Granada su habitual encuentro anual con sus colegas europeos. En la reunión se ha puesto de manifiesto que el futuro de la detección precoz de los problemas originados por tumores hematológicos estará en la biopsia líquida, un método que ya ha comenzado a emplearse aunque deberá ser aún validado.

Y es que, a día de hoy, dicen los especialistas que se puede detectar una célula maligna entre el análisis de 10.000, pero el objetivo es llegar a detectar una célula enferma entre 100.000 o un millón. Por tanto, abogan por validar esta tecnología que se está empleando para conocer exactamente su significado clínico.

Desde 2013, la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) celebra en su congreso anual una reunión conjunta con la European Hematology Association (EHA), donde participan expertos de ambas sociedades. Jesús Mª Hernández Rivas, del Servicio de Hematología del Hospital Clínico Universitario de Salamanca, ha participado en esta reunión con su ponencia titulada Innovación en el diagnóstico y en la medición de la enfermedad mínima residual. Por el momento, "nos centramos diagnosticar y analizar la enfermedad mínima residual en mieloma, leucemia linfoblástica y leucemia mieloide crónica".

Para conocer mejor esta enfermedad se dispone de dos aproximaciones: el estudio del inmunofenotipo, la PCR, y una técnica de secuenciación. "Con la nueva tecnología podemos mejorar las dos aproximaciones, siendo más específicos. Esto nos permite ir por delante. Es lo que se conoce como biopsia líquida, que en Hematología llevamos utilizándola más de 20 años", apunta el hematólogo, quien añade que "ahora podemos detectar una célula maligna entre el análisis de 10.000, pero el objetivo es llegar a detectar una entre 100.000 o un millón".

Antes de poder utilizar esta tecnología en la clínica, hay que validarla para conocer exactamente su significado clínico. La utilización de la nueva tecnología de secuenciación permitirá conocer sí existe enfermedad mínima residual, lo que facilitará tomar decisiones terapéuticas que eviten recidivas y controlar mejor la enfermedad.

Donantes alternativos

Desde hace tiempo, para el trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH) el donante estándar ha sido uno con HLA idéntico (familiar o no familiar), considerando alternativos cualquier otro que no fuera totalmente idéntico. Entre éstos, se pueden encontrar donantes familiares o no familiares con alguna disparidad HLA, unidades de sangre de cordón umbilical (SCU) o los donantes haploidénticos. Sin embargo, tal y como detalla Jorge Gayoso, de la Organización Nacional de Trasplantes, "el concepto de donante alternativo está cambiando y debemos referirnos a él cuando estamos ante los que no son de uso habitual en nuestra práctica o donde los resultados esperables no sean los que obtendríamos con un donante estándar". Este experto ha participado en el simposio En busca del trasplante ideal. Avances en la enfermedad injerto contra receptor (EICR), donde se han discutido aspectos relativos al trasplante de progenitores hematopoyéticos y de la enfermedad injerto contra receptor.

En los últimos años, se ha progresado mucho en el empleo de donantes y fuentes alternativas para el trasplante de progenitores hematopoyéticos. Existen evidencias de registros y centros con experiencia que muestran que los que antes se podían considerar como donantes alternativos (donantes con diferencias HLA, haploidénticos y SCU) pueden ofrecer resultados equiparables siempre que el estado de control de la enfermedad sea comparable. Debemos asumir que, en la actualidad, cualquier paciente que necesite un TPH puede tener donante y encontrarlo a tiempo adecuado para el mejor control de su enfermedad.

Cuestiones por resolver

No obstante, el especialista precisa que "estamos en un momento de incertidumbre. El empleo de la SCU ha disminuido en los últimos años, se ha generalizado el uso de donantes haploidénticos y parece haberse estancado el uso de los donantes no emparentados, según los de actividad de la Sociedad Europea de Trasplante de Sangre y de Médula Ósea (EBMT en sus siglas inglesas) y del Centro para la Investigación Internacional de Trasplantes de Sangre y de Médula Ósea (CIBMTR en sus siglas inglesas)".

Los resultados de ensayos clínicos que están en marcha comparando las diferentes fuentes y tipos de donantes ofrecerán más información al respecto, pero hasta disponer de ellos, "parece que la práctica diaria se consolida sobre esas tendencias", asegura el doctor Gayoso, quien añade que "está por ver cómo pueden influir las nuevas terapias celulares que empiezan a llegar y que veremos aparecer en los próximos años abriendo el abanico de oportunidades terapéuticas para nuestros pacientes".

 
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