Trágico final

Oviedo

La cara B del Real Oviedo deja mucho que desear. Y esa es la que ofreció de nuevo el conjunto azul en el Wanda Metropolitano contra el Rayo Majadahonda ante la presencia de unos 3.500 oviedistas, que mostraron su enfado con los suyos nada más terminar el encuentro. Se vio a un equipo con poca ambición en ataque y con muchas lagunas en defensa, que solo Alfonso pudo solventar con dos intervenciones de mérito en la segunda mitad. Sin embargo, el guardameta madrileño no estuvo afortunado en el tanto local, se quedó a media salida, y no pudo detener el remate de Luso que le ganó la partida a Forlín.

Juan Antonio Anquela decidió volver al sistema con cuatro defensas, dejando atrás los dos carrileros, y dio entrada a Javi Muñoz y Aarón Ñíguez, que fueron las dos novedades en el once del técnico jienense respecto a lo visto frente al Albacete.

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A pesar de haber sido un encuentro bastante igualado, si algún equipo puso más carne en el asador ese fue el Rayo Majadahonda. Fue el que tuvo las ideas más claras y siempre que podía encaraba la portería rival con verticalidad, mientras que el Oviedo no lograba conectar sus pases en zonas que pudiesen terminar en acciones peligrosas. El partido ya empezó con un susto importante porque al primer minuto Christian Fernández realizó un mal control que dejó solo a Aitor García ante Alfonso Herrero, pero su disparo desde la frontal del área salió mordido y se marchó desviado. La respuesta del conjunto carbayón llegó en el minuto 17 tras una buena conexión entre Saúl Berjón y Aarón Ñíguez. El remate del ilicitano, un poco escorado, fue rechazado por Basilio con su cuerpo a córner. Fue la ocasión más clara del cuadro de Anquela en el primer tiempo.

Los madrileños tuvieron en un balón parado la posibilidad de adelantarse en el marcador a la media hora de encuentro. Verza botó una falta lateral cerrada al área, pero el cabezazo de Luso, que estaba completamente solo, se marchó fuera por poco. Dos minutos después Carcelén se internó en el área, recortó a Mossa y disparó a las manos de Alfonso. El partido no tenía un dominador claro y los acercamientos a las porterías eran escasos. Al borde del descanso los visitantes tuvieron una contra bien llevada entre Berjón y Aarón Ñíguez, pero el ovetense no impactó bien a la pelota y su lanzamiento se marchó por la línea de fondo.

La segunda parte se decantó más para el Rayo Majdahonda, que sí buscaba el área rival con más profundidad desde la reanudación y, antes del cuarto de hora, dispuso de dos ocasiones que fueron bien solventadas por Alfonso, primero deteniendo el disparo de Fede Varela tras interceptar previamente un pase a la espalda de su defensa y después parando un tiro a bocajarro de Aitor García. Momentos de agobio para el Oviedo, que tenía en su portero a su mejor jugador.

Anquela decidió mover el banquillo. Primero dio entrada a Boateng por Javi Muñoz y después saltó al campo Ibrahima en el lugar de Aarón Ñíguez. La tónica de la segunda mitad solo cambió durante cinco minutos, que fueron los instantes en los que el conjunto azul se estiró un poco más y busco el gol aunque sin suerte. Joselu pudo marcar hasta en dos ocasiones. La primera, a falta de quince minutos para el final, fue la más clara de los ovetenses en todo el choque. El delantero recibió un pase al hueco de Ibrahima, pero Basilio se echó rápido encima del onubense y su lanzamiento golpeó en el guardameta madrileño. Más adelante, Joselu remató alto un centro puesto desde la izquierda por Mossa. Y cuando ya se daba el punto por bueno, llegó el jarro de agua fría para los miles de oviedistas presentes en el Wanda Metropolitano. El Rayo Majadahonda botó un córner en el minuto 90, Luso se deshizo del marcaje de Forlín, Alfonso se arrepintió a última hora de su salida, y el centrocampista remató solo entrando desde atrás para marcar el único tanto del partido y dar la victoria a su equipo.

El Oviedo volvió a mostrar una versión muy descafeinada, sin la concentración o intensidad necesaria para ganar el encuentro, y lo acabó pagando en el tiempo añadido, con el posterior enfado final de la afición desplazada hasta la capital de España. El siguiente compromiso de los carbayones será contra Osasuna en el Carlos Tartiere (sábado, 16:00 horas).