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Granada despide dolorida y agradecida al guardia civil asesinado

El ministro del Interior, autoridades, agentes de todos los cuerpos y unas dos mil personas despiden a José Manuel Arcos

Funeral por guardia civil asesinado en Granada

Funeral por guardia civil asesinado en Granada / Rafael Troyano y Enrique Árbol

Granada

Granada ha despedido desde martes lluvioso y frío a José Manuel Arcos, el agente de la Guardia Civil que fue asesinado la madrugada de lunes supuestamente por un individuo al darle el alto en un control en Huétor Vega montado tras un robo en un bar de La Zubia detrás del que podría estar el supuesto autor del crimen.

El director general del cuerpo ha impuesto sobre el féretro del agente fallecido la Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil con distintivo rojo. El acto se ha celebrado en la Comandancia de Granada donde ha estado abierta hasta primera hora de la mañana la capilla ardiente. El ministro del Interior ha llegado a Granada justo a tiempo para el funeral celebrado en la Catedral de Granada.

Unas dos mil personas han asistido al funeral presidido por el arzobispo de Granada quien, en su homilía, ha agradecido la labor y la entrega del agente fallecido, de toda la Guardia Civil y de todos los cuerpos de seguridad. Ha lanzado un mensaje de esperanza a la familia a la que ha asegurado que "la muerte no es el final", como reza el popular himno militar, con el que ha terminado la ceremonia en el templo granadino, al que no han podido entrar los medios de comunicación por expreso deseo de la familia. Monseñor Martínez ha asegurado: "Una vida entregada y rota por el bien de todos tendrá recompensa".

Antes de terminar la misa, un compañero y amigo del fallecido ha glosado sus múltiples virtudes como padre y esposo, como agente y como deportista. Sus emocionadas palabras han terminado trasladándole a la familia como "promesa" que nunca estarán solos.

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El féretro ha sido recibido en la plaza de las Pasiegas de Granada, ante la Catedral, por cientos de personas, todas las autoridades civiles y militares de Granada. También ha acudido la consejera de Justicia e Interior de la Junta, Rosa Aguilar; y el mencionado ministro, quien, ante los medios de comunicación, ha hecho un sentido homenaje a la labor de la Guardia Civil, al propio agente muerto y a los compañeros del cuartel de La Zubia, al que estaba adscrito. Ha mostrado el apoyo explícito a la familia.

El ministro Grande-Marlaska no ha querido comentar la circunstancia de que el agente fallecido no llevase puesto el chaleco antibalas. Ha asegurado que ese asunto quedará esclarecido en la investigación.

La familia, rota por el dolor, ha despedido el ataúd con besos antes de que fuese introducido en el coche fúnebre. Un familiar portaba el tricornio del agente y su viuda ha recibido la bandera de España que lo cubría. El agente ha sido enterrado en el cementerio de Granada a mediodía.

 
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