Madrid vuelve a mirar al cielo: un grupo de empresarios plantea construir un segundo aeropuerto

Fue un proyecto fallido en 2007, cuando el gobierno de Esperanza Aguirre presentó el Plan de Infraestructuras Aeroportuarias 2007-2025, que contemplaba la construcción de dos aeródromos auxiliares a Barajas en terrenos en Navalcarnero y el Álamo. Un proyecto impulsado en la órbita de la abortada Eurovegas, para el cual el ejecutivo creó una empresa pública a la que llamó Aeropuertos de Madrid SA,  que solo duró cuatro años. Ni aeropuertos, ni eurovegas: la Comunidad se topó con informes que alertaban del riesgo medioambiental por la construcción de estos aeródromos y en 2011, sin dinero y sin proyecto claro, el gobierno de Esperanza Aguirre dejó de mirar al cielo y guardó el proyecto en el cajón. Pero su heredero, Ignacio González, volvió a sacarlo en 2013, cuando planteó la construcción de un aeropuerto en Navalcarnero y el Álamo con una inversión de 230 millones. Un proyecto que también quedó en nada.

Sin embargo en esa zona funciona desde 1992 el aeródromo de Casarrubios del Monte en Toledo, donde se realizan unos 70.000 despegues y aterrizajes anuales. Se trata de vuelos de formación o recreativos en un espacio donde están instaladas alrededor de cincuenta empresas. En este terreno plantea ahora el gobierno de Ángel Garrido su tercer intento de construir el segundo gran aeropuerto de Madrid, concretamente entre Navalcarnero y El Álamo (un setenta por ciento de su superficie) y en Casarrubios, en Toledo.

Según ha adelantado hoy El Pais, un grupo de empresarios agrupados en la compañía Air City Madrid Sur está ultimando un proyecto para desarrollar un segundo gran aeropuerto comercial en Madrid, que sería una ampliación del aeródromo de Casarrubios. La instalación será una ampliación del aeródromo de Casarrubios del Monte (Toledo), a unos 30 kilómetros al suroeste de la capital y estaría orientado a aerolíneas low cost. Según la información de este diario, los impulsores están ya ultimando la tramitación administrativa en Madrid y Castilla-La Mancha para un proyecto que contaría con una inversión inicial de 148 millones de euros, y que estaría disponible en 2023 y que prevé en 10 años operar 55.000 vuelos anuales con 7 millones de pasajeros.

El presidente Ángel Garrido ha explicado hoy a los medios que la Consejería de Economía ha realizado un informe que avala que este grupo de empresarios tiene los recursos económicos y técnicos para llevar a cabo el proyecto y que "le congratula que las empresas siguen confiando en Madrid y en su potencia económica para este proyecto" y que lo apoyarán cuando se establezca la declaración de impacto ambiental.

Fomento estudia ya su impacto medioambiental y aéreo

Por su parte,  fuentes del Ministerio de Fomento aseguran a la SER que el gobierno central  ha encargado ya la realización de unos informes para determinar puede haber afecciones en la ordenación del tránsito aéreo madrileño y para evaluar el impacto medioambiental del aeropuerto. Hasta que no esos estudios, Fomento no se pronunciará sobre la construcción del aeropuerto.