Ideas para dignificar el Paseo de la Alameda

Valencia

La reforma del paseo, aprobada en los presupuestos participativos DecidimVLC 2019 y que, por ejemplo, los socialistas incorporaban en su programa electoral, pronto será una realidad ya que la decisión de los ciudadanos es vinculante para el Ayuntamiento de la ciudad

En Hoy por Hoy Locos por Valencia consultamos a expertos y vecinos sobre cómo debería ser la reforma de esta emblemática vía valenciana, para poder contentar a la mayor parte de los ciudadanos.

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María José Broseta, presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia, opina que es un proyecto de ciudad que debe abanderar el Ayuntamiento pero con un mayor nivel de participación ciudadana, además de requerir un mayor ámbito de dignificación que no se quede simplemente en el problema del tráfico. Broseta cree que hay que pensarlo todo muy bien para, al final, elegir las mejores alternativas.

El profesor en paisajismo José Francisco Ballester Olmos, además de desaconsejar un parking subterráneo, apuesta por volver al paseo afrancesado, que también están recuperando algunas ciudades “cultas” europeas como paseos salón. Así se crearía un paisaje verde urbano recuperando un formato de paseo con un fin diferente al de antaño.

Mariano Bolant, Decano del Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia, señala la importancia de esta arteria circulatoria de la ciudad y reivindica, además de paciencia, la realización de concursos que puedan aportar buenas ideas. También sugiere la construcción de aparcamientos en altura, que no dañarían las raíces del arbolado y se utilizan en todas las ciudades del mundo.

Historia

El Paseo de la Alameda es un jardín público o paseo de la ciudad de Valencia que tradicionalmente se extiende desde los Jardines del Real hasta la Plaza de Zaragoza, bordeando la orilla norte del Jardín del Turia

La Alameda era parte del antiguo acceso al Palacio Real de Valencia desde la mar, Abierto el 1677. A principios del siglo XVIII, el Intendente del Reino de Valencia Rodrigo Caballero Llanes realizó una serie de mejoras destinadas a definir y mejorar un paseo arbolado, encargó a Lorenzo Llop la replantación de árboles y álamos. La Alameda se conviertió así en un frondoso paseo de 825 metros de longitud.

Durante la Guerra de la Independencia, el paseo sufrió grandes daños, lo que motivó que una vez tomada la ciudad por los franceses, el general francés Suchet ordenará de nuevo, en 1812, la replantación de árboles y el adecentamiento del lugar.

Durante los siglos XVIII y XIX fue el lugar más frecuentado por nobles y burgueses valencianos que paseaban con sus carrozas y berlinés a través de sus dos calles. El 1932 el Ayuntamiento de Valencia republicano contrató a Javier Goerlich para llevar a cabo su reforma, alargando su longitud hasta 1 kilómetro.