"Si alguien está en la calle es porque no quiere estar en los recursos disponibles"

San Sebastián

Tras un verano en el que la llegada de migrantes a Euskadi para cruzar a Europa ha sido constante, el flujo, con altibajos, se mantiene. Esta misma noche, en la frontera de Irún, la policía francesa ha impedido el acceso a su territorio de 60 subsaharianos que viajaban en autobús.

En el grupo había varios niños e incluso una mujer embarazada, según han explicado a Radio San Sebastián fuentes de la Red de Acogida Ciudadana. Los migrantes han terminado en la estación de autobuses de San Sebastián, donde han sido atendidos, sobre la medianoche, por un grupo de voluntarios. 

Hasta las 08.00, según establecen los protocolos, no podían acceder a alguno de los recursos habilitados para la atención de migrantes en tránsito, y cuando los voluntarios han vuelto a por ellos ya no quedaba nadie en la estación.

Una realidad sobre la que la secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, de visita en San Sebastián para la inauguración de una exposición, ha defendido que Euskadi cuenta con plazas suficientes para la atención de estas personas y que "si alguien está en la calle es porque no quiere estar en los recursos disponibles".

"Tenemos más de 260 plazas gestionadas por el gobierno a través de organizaciones no gubernamentales. Esas personas que llegan tienen plazas para ser atendidas. Sí quiero decir una cosa, aquí nadie se queda en la calle, hay plazas para atender a todo el mundo. Si alguien se queda en la calle es porque no quiere estar en los recursos disponibles", ha señalado Rumí preguntada por la llegada de este último grupo.

Por su parte, desde la Red de Acogida han vuelto a denunciar que los recursos son insuficientes y han pedido que se instalen puntos de información permamentes en la estación de autobuses de San Sebastián y en la de tren de Irún para que los migrantes que llegan sepan qué recursos hay y donde están.