Alquiler para refugiados: otra burbuja para aprovecharse de ayudas

Sevilla

El precio medio de una vivienda en alquiler en el barrio de La Candelaria, uno de los más pobres de Sevilla, es de 300 euros; pero una familia refugiada de 5 miembros está pagando 700. Sevilla es una de las ciudades españolas con más plazas de acogida para personas refugiadas, y las inmobiliarias y arrendadores de viviendas han visto un negocio: las ayudas que reciben del Ministerio de Bienestar Social.

Según denuncian las ONG que ayudan a estas personas a encontrar viviendas, los arrendadores saben que reciben ayudas públicas y la cuantía de éstas, que es pública, y están inflando los precios para aprovechar el tope de las ayudas. Para ello, incluso, están comprando pisos en barrios desfavorecidos a precios muy económicos para después destinarlos al alquiler de estas familias en situación de protección internacional.

"Están creando una nueva burbuja, añadida a la burbuja por el alquiler turístico, que eleva los precios y repercute en toda la sociedad, que tendrá más difícil encontrar viviendas dignas a precios dignos", dice Susana Larios, técnico del Servicio de Asistencia a Víctimas de Discriminación.

Las ONG que intengran este servicio, Cruz Roja, Cepaim, Accem, Acoge y CEAR, han acudido al Defensor del Pueblo Andaluz para denunciar esta situación que sufren y esperan sensibilizar a la población.