Árboles asiáticos para la nueva Gran Vía

Madrid

La Gran Vía de Madrid estrena árboles. El Ayuntamiento de la capital está plantando 89 perales chinos (Pyrus Chanticleer), son árboles de hoja caduca y cada vez más frecuentes en el arbolado urbano, en las aceras y parques de las ciudades. Se adaptan bien al entorno de la ciudad y, según el Ayuntamiento, no son muy frondosos para evitar pérdidas de visibilidad en la Gran Vía. Generan pocos residuos y sus raíces se adaptan al pavimento urbano.

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Según Mariano Sánchez, jefe de arboricultura del Real Jardín Botánico (CSIC), tienen muchas ventajas. No son muy grandes, es más difícil que vuelquen en días de mucho viento, se adaptan al suelo de la ciudad y sobre todo son bonitos en todas las épocas del año.

Es un peral de flor blanca. "El árbol florece en primavera con una floración blanca espectacular y a lo largo del año vemos cómo cambian de color". Las flores dan lugar a un pequeño fruto que atrae a los pájaros. "En otoño cambia de color y no tiene un color definido. Suele tener hojas amarillas, naranjas y rojas. Eso le da un cromatismo enorme. Se verá una hilera de color naranja y rojo también espectacular".

Es un árbol de hoja caduca, así que en invierno se queda desnudo, pero eso también tiene ventajas. "Madrid es una ciudad fría, así que la gente lo que quiere cuando pasea en invierno es que le dé el sol. Un árbol que tenga hojas en invierno hace que en la acera no dé el sol, entonces a la gente no le gusta pasear por ese sitio. En cambio, al tirar la hoja en invierno veremos una estructura de árbol de porte piramidal que es muy bonita"