Un océano entre Urkullu y la ponencia de autogobierno

Bilbao

Anda la izquierda abertzale ofendida con el lehendakari por su última objeción a las bases de autogobierno pactadas entre EH Bildu y PNV. Si en el debate de política general opinó que un proyecto de autogobierno respaldado solo por nacionalistas sería un fracaso, ahora, desde Argentina ha dicho que le preocupa que una mayor exigencia de autogobierno conlleve fractura social, que le preocupa que las aspiraciones y anhelos no tengan en cuenta al conjunto de la sociedad vasca.

Un desmarque del lehendakari que enlaza con el sentido de críticas a la ponencia que habíamos escuchado a gentes de Podemos o a los socialistas vascos. Urkullu ya había cuestionado su falta de pluralidad, o de encaje legal, pero, siendo nacionalista, no había ligado nunca las aspiraciones de mayor autogobierno a un riesgo de fractura social, salvo hablando de Cataluña. En ese espejo seguro que está la clave.

Como muchas veces cuando habla el lehendakari surge la duda: ¿A quién representa en el PNV? ¿Es el Pepito grillo del partido? ¿Por qué es el único que dice estas cosas en voz alta? El PNV siempre niega la teoría de las dos almas, pero lo dicho por el lehendakari está muy alejado de lo que su partido ha votado en la ponencia, tanto como los once mil kilómetros que separan Argentina de Euskadi.