ETA califica la masacre de Hipercor como su "mayor error y desgracia"
En un boletín interno previo a su disolución, la banda armada reconoce dos atentados que hasta ahora no había reconocido y que suman un total de 16 víctimas
Madrid
ETA asume en su último boletín interno conocido "Zutabe" dos acciones armadas que hasta ahora nunca la ex organización armada había reivindicado. Uno es el asesinato de tres personas a las que confundió con policías en Tolosa (Gipuzkoa) en 1981 y el otra es la explosión en una cafetería de la calle Correo de Madrid en 1974 en la que perdieron la vida 13 personas.
Según el diario Gara que es quien publica este documento el boletín fue difundido un mes antes de que ETA anunciase su disolución. El recuento total que hace la ex banda terrorista en este nuevo boletín suma 758 personas asesinadas y 2606 acciones armadas. ETA asume que cometió 365 atentados contra la Guardia Civil en los que asesinó a 186 miembros de este cuerpo, 215 contra cuerpos policiales españoles en los que murieron 139 agentes, 147 contra el Ejército en los que perdieron la vida 101 militares además de 11 funcionarios civiles de la Armada.
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Más allá del reconocimiento de estas dos nuevas acciones armadas lo más significativo de este comunicado es que ETA califica la masacre de Hipercor como "su mayor error y desgracia. La banda ya hizo un reconocimiento del daño causado a través de una declaración el pasado 8 de abril en la que reconocía "la responsabilidad directa que había adquirido ese dolor" asegurando que no debía prolongarse tanto en el tiempo. Sin embargo nunca había asegurado que Hipercor fue su mayor error y desgracia aunque añade que "los responsables policiales y gubernamentales tomaron la decisión de no desalojar el edificio".
La banda terrorista rechaza la autoría de "falsos atentados" como el "incendio del hotel Corona de Aragón" -83 muertos en 1979- que, según dice, le "achacan" la AVT y Covite y asegura que "las divergencias se corresponden con la imputación a ETA de acciones cometidas por otras organizaciones armadas -el caso de la niña Begoña Urroz en 1961- o bien producto de la guerra sucia".
Respecto a los secuestros que califica de "motivación económica" llevados a cabo en la década de los noventa, asegura que "se convirtieron en el centro de una fuerte confrontación", y considera que los de los empresarios José María Aldaya (342 días) y Cosme Delcalux (232), "se prolongaron tanto por las dificultades técnicas y operativas provocadas por la presión policial".
En su último boletín ETA señala que en 2001 "se realizaron tres intentos de atentado contra el presidente del Gobierno, José María Aznar, con la utilización de un misil mientras estaba en vuelo".
Ana Terradillos
Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra (1991-1996) y en Ciencias Políticas por la UNED...