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El salario mínimo

El comentario de Juan Francisco Rojo

El salario mínimo

El salario mínimo

Palencia

Tres meses consecutivos con el paro subiendo en Palencia. Añadan la bajada en la afiliación a la Seguridad Social. Tengan además en cuenta que más de la mitad de los más de 9.500 parados que hay en nuestra provincia no percibe prestación alguna. Con esos mimbres, con esas verdades traducidas en demoledores datos, lo de la recuperación económica es una mentira sustentada en la macroeconomía. No hay recuperación para los más débiles. Por eso me irrita profundamente el debate que se ha suscitado por la subida del salario mínimo.

Los empresarios, muchos de ellos sometieron a recortes salariales drásticos a sus trabajadores con motivo de la crisis, ponen el grito en el cielo. Cuantifican incluso los empleos que se van a perder, en un anuncio que suena más a amenaza que a predicción. Coincido con el artículo de opinión que Andreu Missé publicaba en las últimas horas en nuestro periódico hermano, “El País”. Subir el salario mínimo tal y como se propone, no es una temeridad. Es “una cuestión de justicia y dignidad”. Una forma de “resarcir a los trabajadores que han perdido un 30 por ciento de poder adquisitivo durante la crisis”.

Suscribo letra a letra esas palabras. Se nos ha olvidado dónde está el umbral de dignidad. Más bien, lo hemos sustituido por el mercantilismo; por una sociedad de oferta y demanda que excluye a los más débiles. Es indigno e inmoral, también lo dice Missé en su opinión, ligar el nivel de empleo al incremento del salario mínimo, además de una mentira flagrante, añado yo. 900 euros mensuales por 14 pagas. Eso es lo que se pone sobre la mesa. Provoca sonrojo que sea rechazado.

Avergüenza que el gobernador del Banco de España salga diciendo que por esa subida del 22,3 por ciento del Salario Mínimo Interprofesional se van a perder 156.000 empleos. El nivel de empleo nunca debería recaer sobre las espaldas de los más vulnerables, de los sistemáticamente precarizados. Al contrario, siguiendo con el artículo de opinión que tomo como referencia para este editorial, “lo que está en juego es la cohesión social que es un bien superior”. Esa es la clave y con ella me quedo.

Y si me pongo egoísta les digo a los agoreros que, tal y como dijo Obama en su día, la subida del salario mínimo “beneficia a la economía en su conjunto y estimula el poder de compra, aumentando el consumo”. Sería bueno un poco más de empatía por parte de los empresarios y de la banca con los más débiles de la sociedad. Sobre todo porque esos débiles también contribuyeron a rescatar a esa banca o a amnistiar a empresarios que se llevaron millones de euros a paraísos fiscales.

 
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