Fundación Amigó alerta de la edad cada vez más temprana de hijos agresores

Alicante

Las agresiones de hijos a padres crecieron un 7% el año pasado en todo el país con respecto a 2016, según los datos de la última Memoria de la Fiscalía General del Estado, recién publicada.

Los expedientes abiertos por este tipo de delito aumentaron hasta los 4.665, aunque la memoria recoge que solo se denuncian los casos más graves, entre un 10 y un 15% del total, ya que existe una cifra negra que no se detecta porque no se llega a la denuncia. Es lo que recoge la Fundación Amigó, una entidad sin ánimo de lucro, que el pasado mes de junio abrió sede en Alicante, y más recientemente, en octubre, ha hecho lo propio en Valencia y Castellón.

En la provincia de Alicante, según la misma Memoria, la cifra se ha reducido desde 2017, cuando se registraron 129 casos, frente a los 219 de 2016. No obstante, esta fundación hace hincapié en el creciente número de casos que se da y no se denuncian, como prueba el volumen de atenciones que realizan en todas sus sedes en España.

En este casi medio año de andadura en la capital alicantina han atendido a 60 usuarios, con un perfil variopinto. Les une, eso sí, una serie de factores de riesgo comunes: pautas educativas incoherentes, falta de límites, exceso de ocio, ausencia de comunicación en la unidad familiar y abuso de ciertos consumos, explica Paula Rocamora, responsable en Alicante de la fundación.

Desde la entidad se muestran también preocupados, además de por la cifra negra de casos no denunciados, por la edad cada vez más temprana de los adolescentes agresores, que comienza ya a los 12 años, recalca Rocamora.

Recuerdan desde la fundación que el servicio que ofrecen es a través de intervenciones intensas, con la unidad familiar, cada semana, y completamente gratuito.