Tribunales
Opinión

El barro judicial

A PRIMERA HORA (13/11/18)

A PRIMERA HORA (13/11/18)

02:34

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/082RD010000000426757/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Hace tiempo que hemos dejado atrás lo de “acato la sentencia pero no la comparto”, expresión de una época en que todavía la Justicia se salvaba de la quema política, del debate mediático y de las críticas de la calle; pero por si alguno echaba en falta a la portadora de la balanza y la espada para completar este paisaje de instituciones que ya se exhiben en la picota de la plaza pública, no se preocupen porque entre todos han conseguido erosionar hasta la aluminosis uno de los pilares de nuestra sociedad. Entre la falta de medios, de inversión, de personal, y el juego político judicial de los últimos días -con las entidades bancarias de por medio-, la Justicia se ha manchado también en el fango que hoy parece cubrirlo todo.

Apunten en la lista. Follón con los impuestos hipotecarios del Tribunal Supremo con manifestaciones a las puertas del Alto Tribunal. Ahora vemos un reparto descarado de los sillones del Poder Judicial entre partidos -y esto en lo más curioso- que defendían no hace mucho la independencia de los jueces y propugnaban porque fueron ellos los que eligieran a sus representantes. Bueno, pues se ve que cuando se está en el poder lo de repartir sillas es muy goloso; algunos, incluso, hasta en la oposición continúan entrando en el juego del reparto. Fíjense, las asociaciones judiciales hablan de politización del órgano constitucional llamado a defender la independencia de los jueces. Esta es una paradoja de las buenas, o un chiste de los malos; que el órgano que vela por la independencia judicial sea elegido a dedo por los propios partidos no es algo muy estético que digamos.

Después nos encontramos en Canarias con magistrados que siguen el método Villarejo de grabar a diestro y siniestro y que dictan sentencias antes de ser apartados de la carrera judicial; nos encontramos también con consejeros de Justicia que ponen en duda a la Fiscalía mientras se utilizan las causas judiciales como arma electoral. Apunten también juicios por casos de corrupción que se prolongan durante años y que se cierran en falso para sorpresa general. 

¿Quién tiene la culpa de esta bajada a los infiernos de la Justicia? ¿Se dan cuenta algunos de lo que están haciendo con una institución que debería quedar fuera de toda duda? ¿Quién tiene interés en provocar este descrédito?

Vivimos en una época que busca modelos a los que pasar el famoso algodón del anuncio sin encontrar rastro de suciedad; una época en que cualquier mota de polvo provoca el rechazo general. Y en eso estamos, pasando constantemente algodones y descubriendo que no toda la porquería puede meterse debajo de la alfombra.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00