"Estamos en un punto crítico"

Aranda de Duero

“Estamos en un punto crítico”. De esta manera comenzaba el comunicado leído tras la manifestación en el que las asociaciones vecinales de Aranda han recopilado los argumentos y motivos por los que la ciudadanía ha salido a la calle y que suponen un cúmulo de agravios, despropósitos y carencias que afectan tanto a la villa arandina como, muy especialmente, al medio rural. Por este motivo una de las primeras deficiencias que han denunciado los convocantes es que faltan profesionales de enfermería y de medicina de familia en los pueblos, e igualmente hay carencias básicas de atención pediátrica, motivos por los cuales hay familias que deciden empadronarse en Aranda. Para los convocantes mientras los poderes públicos siguen asegurando que luchan contra la despoblación , paralelamente lleva a cabo una política de recortes encubiertos que se refleja en la sobrecarga de trabajo para los profesionales y la disminución de servicios para la población.

El manifiesto se ha extendido también en denunciar la falta de especialistas tanto en atención primaria, donde siguen faltando pediatras, como en el Hospital de los Santos Reyes, motivo principal de la convocatoria. Y es que, para enmarcar esta crisis actual, los convocantes han comenzado por señalar que el Hospital comarcal parte ya de un agravio comparativo en relación con otros hospitales del entorno o de similares características. Aseguran que aunque toda su plantilla estructural estuviera cubierta, el centro arandino, que atiende a una población potencial de cerca de 65.000 habitantes de Burgos, Soria y Segovia, tendría menos profesionales médicos, de enfermería, auxiliares y celadores que los de plantillas orgánicas de otros hospitales que tienen una población asignada sensiblemente menor. La consecuencia directa, indican, es el desmantelamiento del personal de paritorio o que no existan guardias en servicios como Otorrinolaringología u Oftanmología.

Pero no son los únicos agravios comparativos que sufre la población ribereña en relación con la ciudadanía atendida por otros hospitales. Los convocantes han recordado que hay pruebas diagnósticas que el hospital arandino tiene que derivar a la capital burgalesa por carecer de la aparatología necesaria. Sin embargo, pese a que el HUBU cuenta con uno de los mejores equipos humanos que emplea técnicas punteras estrenadas hace pocos años, los pacientes derivados de Aranda son sistemáticamente atendidos por servicios sanitarios privados, cuyos equipos son peores que los del HUBU. De hecho mención expresa ha merecido el trato que reciben los pacientes de la comarca que son derivados al Hospital de Burgos, al que recriminan que rechaza atender a estos enfermos derivados de Urgencias, mandándolos de vuelta a Aranda sin ser atendidos. Por cierto que los convocantes aseguran que esta situación es conocida desde el Consejero hasta el equipo directivo del hospital de Aranda, pasando por el delegado de la Junta, sin que ninguno haga frente o lo denuncie públicamente para evitar el enfrentamiento con sus jefes.

Discrepancia con las cifra oficiales

Los convocantes aseguran que la cifra de especialistas que faltan en el Hospital de los Santos Reyes supera los 8 ó 10 que reconoce el equipo directivo, denunciando que esta falta de fiabilidad en los datos alarma a la sociedad. Aludiendo a datos proporcionados por los profesionales que trabajan en el hospital cifran el déficit en una veintena de plazas vacantes. Detallan que además de la falta de profesionales de cardiología, digestivo, oftalmología, pediatría, radiología, ginecología, urgencias y geriatría, faltan también especialistas en dermatología, cirugía y otorrinolaringología. Ponen de manifiesto que, como consecuencia de estas vacantes, los pacientes están sufriendo una cadena de despropósitos que van desde el atraso de consultas, algunas sine die, hasta el aumento de las listas de espera quirúrgicas, e incluso la falta de tratamiento a pacientes oncológicos.

Denuncian que uno de los grandes damnificados de esta situación es el servicio de Urgencias, que ha recogido todas las deficiencias derivadas de la falta de especialistas, al tener que atender a los pacientes que han acudido para encontrar solución a citas canceladas, consultas atrasadas o pruebas diagnósticas aplazadas. El trabajo acumulado ha generado en algunas ocasiones que haya habido usuarios que hayan tenido que esperar hasta ocho horas en el servicio de Urgencias.

Los convocantes han tenido también palabras de agradecimiento para los profesionales del Hospital Comarcal y de la sanidad en la comarca por el trabajo que están realizando en estas condiciones. Y en tono muy distinto se han dirigido tanto al Consejero de Sanidad como al presidente de la Junta de Castilla y León, recriminándoles su falta de previsión y falta de responsabilidad con el medio rural y los hospitales comarcales.

Por este motivo los convocantes han pedido la unidad de todas las fuerzas políticas, sindicales, trabajadores sanitarios con la ciudadanía para trabajar por el mismo objetivo y han anunciado que continuarán las movilizaciones, en algunos casos en unión con otros pueblos de Burgos y el próximo 23 de enero en la que se celebrará en Valladolid para concentrar a toda la comunidad autónoma.