La Fiscalía ve indicios de delitos, por parte de la Comunidad Autónoma, en el caso 'Balsa Yenny'

La fiscal de Cartagena considera la "posible comisión de un delito contra el medio ambiente y/o delito de prevaricación" al haberse tardado diez años en su sellado

Radio Murcia07/12/2018 - 10:51 UTC

Murcia

La fiscal de Cartagena, Carmen de la Fuente, ha enviado un escrito al Juzgado de Instrucción número 4 de Cartagena en el que pone de manifiesto la posibilidad de que la Comunidad Autónoma hubiese podido incurrir en un delito contra el medio ambiente y de prevaricación en el caso 'Balsa Yenny', en El Llano del Beal (Cartagena).

En este escrito la fiscal indica que ve indicios de estos delitos "por parte de las personas responsables de las Administraciones públicas competentes para la autorización, vigilancia y control de la actividad desarrollada en la corta Los Blancos I, delitos que serían imputables a las personas físicas responsables de, entre otros, de la Dirección de calidad ambiental y del Servicio de vigilancia y control de la misma Dirección".

Del mismo modo, aboga por abrir un nuevo procedimiento sobre este asunto en una pieza separada a la investigación que ya está abierta en la que se está investigando a la empresa propietaria de la corta, Portman Golf porque "dichos hechos no deben considerarse conexos con los instruidos en la presente causa relativos a la empresa Portman Golf SA y (...) dado lo avanzado de la instrucción del delito contra el medio ambiente contra los representantes legales de Portman Golf SA, la investigación de la actividad de la Administración pública no había más que aumentar la complejidad de las presentes actuaciones.

La fiscal entiende que puede la administración regional pudo cometer esos delitos ya que se tardó un total de diez años en sellar la balsa Yenny. En el escrito indica que "se acredita que desde el año 2005 en que se realizó la primera fase consistente en el movimiento de los residuos de la balsa Yenny a la corta Los Blancos I hasta el año 2015 en que se lleva a cabo la estabilización del terreno (fase II), el vertido estuvo expuesto a la intemperie, sin sellar, a la erosión hídrica y eólica, con el consiguiente peligro para el medio ambiente y la población más cercana".