Sociedad
Investigación científica

Aspanoa financia un proyecto para diagnosticar un raro tumor cerebral infantil

Es letal y no puede ser sometido a biopsia. Tiene una esperanza media de vida de solo 9 meses y hay un caso al año en Aragón. La investigación la dirige Alberto Jiménez Schuhmacher

Alberto Jiménez Schuhmacher / Asier Alcorta ASPANOA

Zaragoza

El Grupo de Oncología Molecular del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón acaba de iniciar una investigación para encontrar nuevas formas de diagnosticar un raro tumor cerebral infantil que no puede ser sometido a biopsia. El proyecto, liderado por Alberto Jiménez Schuhmacher, cuenta con una inversión de 60.000 euros, aportados íntegramente por ASPANOA, la Asociación de Padres de Niños Oncológicos de Aragón. 

El glioma difuso de tronco es letal, un tipo de tumor cerebral, casi siempre pediátrico, que tiene una esperanza media de vida de solo 9 meses y en el que la tasa de supervivencia cinco años después del diagnóstico es de solo un 1 por ciento. La comunidad autónoma Aragón registra un caso cada año y, en España, una media de 20.

La investigación se centra en técnicas de diagnóstico por imagen. "Es una especie de contraste que se pega específicamente en las células tumorales que tienen determinadas características", explica Jiménez Schuhmacher. Este tumor infantil "no es una única enfermedad, son varias, y hay algún tratamiento en vías de desarrollo que podría servir a un subtipo" pero estos tumores "no se puede biopsiar" y "lo que nosotros queremos hacer es modificar ese contraste para poder verlo con un escáner de tomografia por emision de positrones".

Su tratamiento, por tanto, requiere diferentes abordajes terapéuticos. "De esta manera, podríamos saber qué pacientes podrían beneficiarse de los tratamientos en desarrollo" porque "todas estas nuevas inmunoterapias pueden funcionar en algunos [enfermos] pero tienen efectos secundarios importantes, sobre todo pensando en niños".

Su baja frecuencia es una de las dificultades para su estudio, pero no la única. También lo es su ubicación: se localiza entre el cerebelo, la columna y la base del tronco. El conocimiento que se adquiera de esta investigación también podrá ser utilizado en el diseño de otras técnicas de imagen. En este sentido, "vamos a generar una biblioteca de reactivos que podrá utilizar en resto de la comunidad científica que podrá intentarlo aplicar para este tumor o en otros".

Este proyecto tendrá una duración de 2 años y es el segundo que financia ASPANOA. El primero fue investigar las causas por las que las llamadas células asesinas naturales dejan de funcionar en los niños y no detectan los tumores.

 
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