Tres puntos con suspense

Vigo

El Celta logró su  segunda victoria consecutiva en Liga en el Estadio de la Cerámica contra el Villarreal (2-3), pero lo hizo manteniendo el suspense hasta el final. Si los primeros 70 minutos de partido fueron plácidos para el equipo de Miguel Cardoso, que se pusieron 0-3, los últimos minutos fueron de infarto, con remate al palo final del delantero amarillo Gerard Moreno incluido.

Bajo la batuta de Brais Méndez e Iago Aspas, el Celta se fue haciendo con el dominio del balón a lo largo de los minutos. El dominio y la presión del Celta, eso sí, no se traducía en goles, con una doble ocasión de Brais y otras dos de Aspas y Boufal. El Villarreal, en cambio, sólo contaba disparos lejanos y un remate de cabeza de Gerard Moreno que paró sin problemas Rubén Pérez.

A las puertas del descanso, los mismos que habían marrado las anteriores ocasiones, se juntaron para lograr adelantar al Celta. Boufal combinó con Aspas y éste se la dejó de cara a Brais que, desde fuera del área, logró batir a Asenjo y hacía su cuarto tanto de la temporada. El gol dejó grogui a los locales, que a los tres minutos de comenzar la segunda parte, se encontraron con otro gol. En este caso, era Brais el encargado de asistir a balón parado y Okay el que se estrenaba como goleador con un gran remate de cabeza.

Poco tiempo de reacción dejó el Celta a su rival porque sólo dos minutos más tarde, de nuevo Brais asistía a Maxi Gómez, que ponía el tercero en la cuenta celeste. La reacción desde el banquillo del Villarreal se llamó Bacca, que entró en el minuto 54 para intentar enchufarse al partido. Pero el Celta siguió con el plan que mandaba Cardoso: el de dominar el balón, presionar arriba y atosigar al rival. Pudieron llegar dos tantos más y el Celta esperaba un final plácido que le regalase la primera victoria fuera de casa desde la jornada 2.

Nada más lejos de la realidad. Un error de Rubén al recoger con las manos un pase de Cabral lo convirtió Bacca en el 1-3 en el 83. Y el colombiano devolvió al partido a su equipo con otro tanto en el minuto 87. El pánico atrapó al Celta que se olvidó del balón y era incapaz de despejar los constantes balones bombeados por las bandas rivales. El suspense lo puso Gerard Moreno con un remate al palo en el tiempo añadido, siete minutos que se hicieron eternos para la zaga celeste.

Pero el pitido del árbitro puso fin al sufrimiento y hacía sumar tres puntos importantes al Celta que se estabiliza en el medio de la tabla con miras a llegar al parón navideño alejado de problemas.