El consejero inmutable

Zamora

El consejero de Sanidad de la Junta, Antonio María Sáez, ha vuelto hoy por Zamora para visitar la cocina de línea fría del Complejo Asistencial de Zamora, que cumple 10 años, que empezó con muchos problemas, quejas, críticas y una comida incomible, pero a la que ahora, 10 años después, el famoso Chicote le dio el visto bueno.

Una visita con un ligero sobresalto, ya que mientras el consejero hablaba de la trayectoria de la cocina, con más de 1 millón de comidas en estos años (141.000 el último año), tenía que soportar como una paciente que pasaba por allí le reclamaba, voz en grito y visible enojo, mejor sanidad y menos palabras.

Pero ni eso, ni las protestas, ni las vacantes de médicos que no se cubren, lograron inmutar ni el semblante, ni la compostura de Antonio María Sáez, que no se siente cuestionado a pesar de las innumerables ocasiones en que han pedido su dimisión las plataformas sanitarias y los partidos políticos, incluida la sede parlamentaria.

Antonio María Sáez admitió las valoraciones políticas que si lo cuestionan, pero dijo que él está respaldado por los pacientes y las encuestas, sobre todo oficiales, que reflejan la satisfacción con la Sanidad castellano-leonesa.

En cuanto a los conflictos abiertos, como el de Camarzana de Tera, donde está convocada una concentración este próximo domingo día 16 por la deficiente atención sanitaria, dijo que la situación “se está recuperando”.

Y tampoco aportó novedades en el Servicio de Oncología del Complejo Asistencial de Zamora, donde siguen buscando, reiteró, al quinto oncólogo para completar la plantilla. Y reiteró su mensaje de que la situación no es alarmante, porque es la misma que en los meses de verano con las vacaciones del personal.

Y también dijo que el nuevo Centro de Salud Parada del Molino (también está pendiente el de Villalpando) sigue dando pasos, pero aún no se ha licitado siquiera el proyecto.