"El MUPAC nunca ha recibido el trato que se merece", asegura su director

Santander

En ‘A Vivir que son dos días Cantabria’ hablamos con Roberto Ontañón, el director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC), un espacio de más de 2.000 metros cuadrados que nos permite conocer mejor cómo fueron nuestros antepasados desde hace 300 mil años hasta la Edad Media.

El MUPAC reúne más de 2.600 objetos hallados en distintos yacimientos arqueológicos de la región; pero también es un museo de historia natural, paleontología y antropología.

Estamos hablando de uno de los museos más relevantes de Cantabria, sin embargo “nunca ha recibido el trato que se merece por parte de los responsables administrativos”, asegura su director.

Uno de los problemas fundamentales del MUPAC, apunta Ontañón, es “la falta de promoción” por parte del Gobierno regional. En este sentido, echa en falta que se integre en el circuito turístico de las cuevas prehistóricas de Cantabria.

Pero, sin duda, la principal reivindicación es disponer de una nueva sede que permita reunir en un mismo espacio la colección permanente y las diferentes áreas de trabajo.

A su juicio, los bajos del Mercado del Este no reúnen las condiciones idóneas para albergar lo mejor del patrimonio arqueológico de Cantabria. “Hemos sufrido más de 15 episodios de entradas de agua, una situación de riesgo que me parece intolerable”, se queja Ontañón.

Respecto al debate sobre el emplazamiento, recuerda que participó activamente en la redacción del proyecto para la instalación del Museo de Prehistoria en el edificio del antiguo Banco de España.

Sin embargo, el proyecto finalmente no prosperó y ahora se pretende construir la nueve sede en Puertochico, lo que supondría la ‘vuelta a casa’ del museo en una ubicación que, dice, le parece buena.

Pero más allá del debate político en torno a la ubicación del nuevo MUPAC, su director cree que lo urgente es “sacar el museo a la luz, que deje de estar en un sótano y disponga de un edificio propio”.

“El MUPAC nunca ha tenido una sede propia”, lamenta Ontañón, quien espera que se salde cuanto antes esa deuda histórica.