De los policías a caballo de Javier León a las bicicletas eléctricas de Puente

Valladolid

"A caballo regalado no le mires el diente", dice  el refrán. Y Javier León de la Riva no lo miró cuando en 2012 aceptó como obsequio para el Ayuntamiento de Valladolid una yeguada que a la postre resultó ser un problema insostenible . 

Los gastos eran innumerables desde que el Ayuntamiento firmó el contrato de "pupilaje" con un picadero de Tudela de Duero: 700 euros de las herraduras, que se cambiaban cada 45 días; los 38.250 euros que se abonaban al picadero; los costes de mantenimiento del camión que trasladaba todos los días a los animales desde este municipio a la capital, con averías constantes y, por si fuera poco, las bajas laborales de los policías eran frecuentes por caídas y accidentes.  Además, se emplearon decenas de horas en la doma de las yeguas . 

La unidad ecuestre funcionó durante tres años con once agentes dedicados a este servicio, muy criticado por el PSOE e Izquierda Unida cuando estaban en la oposición.  En consecuencia, el 31 de agosto de 2015, dos meses y medio después del cambio de la corporación, la policía montada pasó a la historia. 

Ampliar

El cambio de modelo, tras una época experimental, ha llegado este martes, 11 de diciembre, con la presentación de diez nuevas bicicletas eléctricas que utilizarán los policías voluntarios "sin necesidad de crear una unidad nueva en la Policía Municipal", según subraya el concejal de Seguridad y Movilidad, Luis Vélez. 

Las diez bicis han supuesto un desembolso de 35.076 euros  -3.500 euros cada unidad- y permitirán un patrullaje por zonas de alta sensibilidad acústica, como parques y jardines.