El Alcalde de Irun hace balance de las medidas anti-colapsos por la operación retorno

Irun

El alcalde de Irun, José Antonio Santano, y la delegada de Policía Local, Cristina Laborda, han realizado una evaluación positiva este martes de las acciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento de Irun durante el verano en el marco de la Operación Retorno. Estas medidas tenían como objetivo principal evitar o mitigar las consecuencias del colapso del tráfico que se vivió en Irun en 2022 debido a las largas colas en la autopista.

El alcalde destacó el éxito del plan implementado este verano al afirmar: "La prueba de que las medidas han funcionado es que las retenciones que vimos el año pasado en pleno centro, este verano no las ha habido. Esto es el resultado de un buen trabajo de la Policía Local que quiero destacar y agradecer, así como de la coordinación con el resto de administraciones. Tratar de evitar el caos del verano pasado era nuestro compromiso, para lo que mantuve personalmente reuniones diversas estos últimos meses; con los datos sobre la mesa, podemos decir a día de hoy que el balance a grandes rasgos es muy positivo".

Plan especial

El plan del Ayuntamiento de Irun se llevó a cabo durante 10 días en la segunda quincena de agosto, período que registra el mayor flujo de vehículos en los peajes de Biriatou y Ventas. En coordinación con la Ertzaintza, el departamento de Tráfico del Gobierno Vasco y Bidegi, y en comunicación directa con la DGT, se reforzó la información en ruta y se cerró el semienlace de Oñaurre en casos de largas colas en la autopista. El objetivo era redirigir los vehículos con destino al norte de Europa, que el año pasado colapsaron la ciudad al seguir las recomendaciones de navegadores GPS para evitar las colas, hacia la autopista o la variante, evitando así que ingresaran a Irun.

Además de estas medidas, se unificaron algunos pasos de cebra y se modificaron los tiempos de los semáforos en Behobia y Avenida Iparralde para lograr un flujo de tráfico más fluido en el casco urbano, a diferencia del año anterior. Se destacó el papel crucial de los agentes municipales ubicados en puntos estratégicos de las entradas de la ciudad, quienes dieron prioridad a los vehículos locales con destino a Irun, evitando así la entrada de coches de largo recorrido que buscaban el norte de Europa.

El plan requirió importantes recursos humanos y materiales, incluyendo la movilización de la Brigada de Eventos del área de Cultura para la distribución de vallas y el trabajo de operarios de mantenimiento y un auxiliar de Policía Local. Durante la operación, 19 agentes de la Policía Local estuvieron activos diariamente para cubrir los diferentes cruces, junto con dos suboficiales, además de los agentes que atendieron las tareas habituales. En total, el dispositivo acumuló 725 horas de trabajo con costos en horarios excepcionales que rondaron los 36,000 euros. En cuanto a los recursos materiales, se distribuyeron 103 vallas, 81 carteles de dirección o prohibición y 75 conos para regular el tráfico.

El alcalde también agradeció la paciencia y comprensión de los residentes de Irun ante una situación que escapa a la acción municipal y subrayó la importancia del levantamiento de barreras, primero en Biriatou y luego en Ventas, como una medida que podría ayudar en casos extremos como este.