Palabras contra el populismo

Madrid

Enseñar un idioma es más que defender un vocabulario. En cada palabra caben muchas cosas. Estos días se ha celebrado en Santo Domingo Centroamérica cuenta, un festival literario que puso en marcha Sergio Ramírez en Nicaragua hace 10 años. Como tantos nicaragüenses, la literatura vive en el exilio y se reúne para hablar de democracia, libertad, mentira y populismo.

He oído estos días a periodistas y escritores analizar el daño que provoca la crispación cuando sustituye los argumentos por insultos. Se ha definido la personalidad de líderes, salvadores de la patria, que hablan en nombre de la nación con un fanatismo visionario. Los debates han abordado la manipulación de las redes sociales, el deterioro de algunos órganos del poder judicial y el daño ético que causan los medios de comunicación al falsificar la realidad en nombre de sus intereses ideológicos. Y se ha insistido en la necesidad de consolidar el crédito de las instituciones como un marco de convivencia frente a los que están dispuestos a deshacerlo todo para gobernar, aunque sea en un paisaje de cenizas, corrupción y ambiciones ingobernables.

Tierra a la vista, me he gritado en silencio al escuchar estos debates y pensar en Europa, en España, en el modo con el que las carabelas del populismo han viajado desde América a nuestras democracias. Advertía Alma Guillermoprieto, una periodista a la vez mexicana y norteamericana, de que las nuevas situaciones facilitan el resurgimiento de añejos discursos autoritarios. Tierra a la vista… Más allá de cualquier duda conviene recordar lo que cabe en palabras como libertad, participación y convivencia.