Si el PP no puede tejer mayorías por casarse con la ultraderecha es su problema, no el de los españoles

Madrid

Alberto Núñez Feijóo anunció el martes la convocatoria de tres plenos mensuales en el Senado porque dice que el Congreso está entregado a las minorías. Como en el Senado el PP tiene mayoría absoluta, el sistema de elección en esa cámara es diferente; esa es la verdadera cámara para Feijoo. Como en el Congreso la representación corresponde a la voluntad popular que, con sus votos, determinan quién y con cuántos diputados entran en la cámara, y la voluntad popular no le da la mayoría al PP, esta a Feijóo, no le interesa.

Y claro, cuando escuchamos esto ayer aquí, en El Abierto, advertíamos del peligro que conllevan estas palabras, del peligro de que este tipo de declaraciones acabaran por deslegitimar al Congreso donde radica, recuerden, la soberanía popular. Pero es que no sabíamos que en ese mismo momento Feijóo estaba haciendo eso, estaba deslegitimando el Congreso con estas mismas palabras.

Bueno, pues esto que dice Feijóo es profundamente antidemocrático. Puede que a él no le guste lo que votan los españoles, pero el Congreso representa lo que somos como país. Y si somos un país con muchas realidades, esto es lo que se sienta en los escaños. Y lo que dice además nuestra Constitución, esa de la que tanto habla el líder del Partido Popular. Lo que dice esa Constitución es que son esas realidades las que se tienen que poner de acuerdo para tejer las mayorías necesarias. Así ha sido desde el inicio de nuestra democracia, afortunadamente.

Si el PP no puede tejer estas mayorías porque se ha casado con la ultraderecha, este es su problema, no es el problema de los españoles. Cuestionar el papel del Congreso le sitúa muy cerca, demasiado cerca, de los discursos populistas y reaccionarios que recorren el planeta. En el Congreso reside la soberanía popular en nuestra democracia, y decir lo contrario no solo es mentira, sino que es un verdadero peligro para la estabilidad de nuestras instituciones.