Grandes y medianos

Grandes y medianos. Quienes idearon la compra del Banco Sabadell por el BBVA, en medio de la campaña electoral catalana, se olvidaron de parte de la historia, la identidad y la cohesión territorial. Y añadieron esos elementos a las dificultades estrictamente financieras que supone una fusión bancaria. El Sabadell conserva en su alma los restos de una idea romántica de la burguesía catalana, aunque una parte de ella le haya abandonado. Y su sede social está en Alicante desde el procés. Las razones que se dan para oponerse a esa absorción de un banco mediano por un banco grande, fundamentalmente la falta de competencia en el sector tras la devolución de las cajas de ahorro y el despido de una parte de la plantilla por duplicidades, a pesar de los extraordinarios beneficios, son aplicables a partir de ahora a cualquier otra operación que se haga dada la enorme concentración del sistema financiero español. ¿Significa eso que los grandes bancos españoles ya no pueden crecer más? De ningún modo. Están las fusiones transfronterizas entre bancos de distintas nacionalidades en el seno de la Unión Europea. Lo que ocurre es que son más incómodas porque las diferencias de unos y otros no son tan evidentes, porque los marcos regulatorios son más complicados y porque la unión bancaria no está completada. Pero sería el modo de recuperar terreno frente a sus competidores asiáticos y norteamericanos.