Mateo Gil, el gran talento silencioso

El gran público puede desconocer el nombre de este cineasta canario, pero los cuatro premios Goya que lleva a sus espaldas certifican una genialidad desbordante. Mateo Gil puede conseguir con "Blackthorn", su segundo largometraje, uno de los Goya que le falta: mejor dirección.

El western "Blackthorn", que cuenta la supuesta historia del bandido estadounidense Butch Cassidy tras ser dado por muerto en Bolivia en 1908, supone la primera nominación de Mateo Gil a los premios Goya en la candidatura a mejor dirección. Mateo Gil sabe que lo tiene difícil, pero en las diferentes entrevistas concedidas asegura estar satisfecho con la simple nominación y con compartir nominación con grandes como Zambrano, Urbizu y Almodóvar.

Con su anterior y primer largometraje en solitario como director, "Nadie conoce a nadie", estuvo nominado a mejor dirección novel, pero el premio se le escapó de las manos. La película se llevó el Goya a los mejores efectos especiales.

La carrera de Mateo Gil siempre ha estado ligada Alejandro Amenábar, compañero de estudio en la Universidad Complutense de Madrid, con el que ha trabajado como guionista y ayudante de dirección. Gil nunca ha acudido a la gala de los Goya para recoger ninguno de los cuatro premios que ha recibido, uno como director de cortometraje y otros tres como guionista.