Fiebre por la epopeya tolkieniana

Ser fan del universo tolkieniano es algo más que ponerse unas orejas de elfo y fumar en pipa como los hobbits. Es más que una simple afición, es un estilo de vida: "Somos personas capaces de meternos en un mundo tan fantasioso y sacar un aprendizaje", dicen desde la Sociedad Tolkien Española.

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Esta tarde Londres acoge el estreno europeo de la esperada precuela de 'El señor de los anillos'. En la capital británica, las alfombras rojas ya están extendidas y las calles aguardan expectantes, tal y como ocurrió en la premiére mundial, el aluvión de magos y enanos. El estreno mundial de 'El Hobbit' se hizo en Wellington, Nueza Zelanda, el pasado 28 de noviembre. Para calibrar esta fiebre tolkieniana, que no baja ni con baños de agua fría, conviene saber que si la capital neozelandesa tiene 400.000 habitantes, 100.000 fueron los fans venidos de todas partes los que acompañaron al equipo de Peter Jackson en su periplo de 2 horas por la alfombra roja (500 metros de tela).

Nueva Zelanda se ha convertido en la nueva meca de la fantasía épica. Son muchas las películas que se han rodado en sus montañas frondosas, pintadas con fluorescente. Pero sin duda la que más fama le ha dado ha sido la trilogía de 'El señor de los anillos'. Fama que engordó considerablemente cuando en 2008 James Cameron decidió rodar allí su visual 'Avatar'. Jackson ha decidido repetir escenarios con 'El Hobbit'.

Por eso, en todo manual del buen devoto hay un mandamiento que se repite: la peregrinación empieza en Nueva Zelanda. Con un escuadrón de touroperadores digno de estudio, el país intenta seguir rentabilizando la obra de J.R.R Tolkien. Tarea que hasta ahora no se le ha dado nada mal: la trilogía de 'El señor de los anillos' reportó a las arcas del Estado cerca de 440 millones de euros. Por eso, la maquinaria turística neozelandesa vuelve ahora a operar a pleno gas para sacarle la máxima tajada posible a esta nueva aventura épica. Tal es así, que se ha cambiado el eslogan del país. Donde antes se podía leer '100% Nueza Zelanda', ahora pone '100% Tierra Media'.

Ni la cultura maorí. El mayor reclamo es el set de rodaje de la saga, que se encuentra cerca de la ciudad rural de Matamata. Hasta allí acuden cada año alrededor de 20.000 peregrinos. Peregrinos que habrán sido recibidos antes en el aeropuerto de Wellington por un Gollum gigante de 13 metros de altura. Este año, además, al arsenal de merchandising made in Nueza Zelanda (camisetas, gorras, tazas, mochilas, disfraces, espadas) se ha sumado una colección de monedas conmemorativas, no apta para cualquier bolsillo, con las efigies de Bilbo Bolsón, Gandalf o Gollumm, cuyos precios oscilan entre los 15 y los 2.000 euros.

Pero fanáticos tolkienianos no solo hay en Nueza Zelanda. También en España. No hay más que darse un paseo por el metro de la capital. 'El Hobbit' ha inundado el suburbano madrileño, especialmente la estación de Gran Vía. Y las tiendas explotan la saga ahora que se acerca la Navidad. Pero el que se lleva sin duda la palma y el título del 'fan del año' es Nicolás Cuervo, el asturiano de 28 años que se mudó a Nueva Zelanda hace cuatro años para intentar cumplir su sueño: aparecer como extra en lo nuevo de Peter Jackson.

Se suele decir que las películas son peores que los libros, que no les llegan ni a las suelas de los zapatos. Pero ya se sabe que para gustos los colores. En cualquier caso, esto es precisamente lo que confirman muchos de los más 280 socios que forman la Sociedad Tolkien Española: "La sociedad se creó diez años antes de que se estrenasen las películas. Aunque bien es verdad que gracias a la trilogía aumentó el número de socios". Aun así confiesan que "convivimos bien con las películas". Con quien también conviven bien es con el término friki: "No nos queda más remedio. Pero no somos frikis como Leonardo Dantés o Carmen de Mairena".

La película llega a las salas el viernes 14 de diciembre.